Blog de la Biblioteca y Archivo del Centro Descartes
abril 2023
Este mes publicamos el artículo "El drama de la loca normalidad“ (1969) de Germán García. Publicado en El Diario de la ciudad de Mendoza, García comenta allí otro artículo de diario titulado "Dementes que bailan y se divierten como seres normales“ donde se describe una fiesta terapéutica en un hospital neuropsiquiátrico.
Analiza que la forma en que se presenta la información convierte la terapia descrita en una parodia de la normalidad la cual subraya la “anormalidad” de los pacientes. La repetida referencia a "absoluta normalidad" sugiere que los internados están tratando de imitar a los normales lo que subraya aún más su locura. La analogía abstracta y las metáforas utilizadas para describir la situación de los pacientes, como "dueñas de casa" en un "internado", crean una imagen irreal y utópica. Además, la información sugiere que la enfermedad es una culpa o un castigo y que la normalidad absoluta es el precio de la libertad. García comenta que el artículo condena a los enfermos a la parodia de la normalidad o al encierro. En resumen, el artículo hace hincapié en la categoría vacía de normalidad/anormalidad en el discurso sobre los pacientes mentales y presenta la terapia de “normalidad” como una utopía inalcanzable.
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EL DRAMA DE LA LOCA NORMALIDAD (1969)
German Leopoldo García escritor 24 años. Casado con un hijo. Nació en Junín, Provincia de Buenos Aires, y su novela autobiogáfica "Nanina" (secuestrada por la justicia que la consideró altamente inmoral) se desarrolla casi íntegramente en esa localidad. Otras obras suyas publicadas son: "Cuentos recontados" (Editorial Tiempo Contemporáneo) y "Mano de obra" (Editorial Sunda), ambas antologías de relatos.
El como
DEMENTES QUE BAILAN Y SE DIVIERTEN COMO SERES NORMALES es el tÍtulo a toda pagina, de un diario. La nota informa sobre una fiesta hecha con enfermos de ambos sexos en el Hospital Neuropsiquiátrico de Mujeres. Su función era terapéutica y, al parecer, se nos quiere transmitir la eficacia del método.
Pero el como del título orienta de tal manera la información que la fiesta (terapéutica) se convierte en una parodia de la normalidad: "Celebran los internos con absoluta normalidad (dice el epígrafe de una foto) la habilidad tanguera de la pareja que baila en la pista".
¿Por que esta "normalidad absoluta" encerrada entre dos comillas? Esta remarcación introduce un esfuerzo mediante el cual los dementes tratan de imitar a los normales, subrayando de esta manera la anormalidad.
Porque para que los dementes imiten la normalidad es necesario que tengan conciencia de la demencia y que, poseídos por ella se despersonalicen grupalmente hasta convertirse en la categoría vacía de la normalidad.
Si la estructura de la noticia hace que el sujeto sobre el que se informa sea la categoría demencia es imposible que en la misma información pueda tener un lugar la normalidad.
Es esta forma de enunciar lo que hace que la terapia sea la parodia de una normalidad ausente: el como seres normales, mediante una analogía abstracta, no hace más que hablar de la imposibilidad de que esos dementes sean realmente normales.
En el subtitulo el como desaparece y la analogía se convierte en metáfora. Se dice de las mujeres que son las dueñas de casa pero esa casa es un internado. Mediante estas analogías y metáforas la información vuelve abstracto el drama de la locura: "No faltaron en la misma parejas entrelazadas en un conmovedor romance. Esto se explica porque en el encierro ambos integrantes han incubado sentimientos comunes y, además, porque las esperanzas de futuro y de un hogar legalmente constituido se han erigido en máxima esperanza" (textual). De la información se ha hecho el pasaje a la pura realidad, donde se presupone una igual cantidad de hombres y mujeres, donde se borra la historia personal de cada uno (la posibilidad de relaciones afectivas inte rrumpidas por la internación) y se crea un idilio flotante, fantasmal, abierto a un futuro vacío.
Además, mediante el como que esta estructurado la información, la imagen de los dementes llega a un estado (demencial) de imitación de la normalidad: no hay sexualidad, por ejemplo, a pesar del largo encierro.
La ética es absoluta: uno desaparece para el otro y todos esperan llegar a tener un "hogar legalmente constituido". Ya en la irrealidad de este monólogo informativo la enfermedad se convierte en culpa y/o castigo: en un futuro esperanzado serán libres si son capaces de convertir sus cuerpos y sus vidas en normalidad absoluta. De hombres y mujeres en los cuales se han desintegrado las pautas de la sociedad, el precio de sus libertades es llegar a ser un puro valor social.
La información vuelve utópica la terapia sobre la cual, aparentemente, informa con optimismo. Este proyecto que se le adjudica a los enfermos es imposible y no hace hace mas que remarcar la demencia, porque esa normalidad absoluta no existe en la cabeza de nadie,
La oposición del titulo: dementes/seres normales enlazada por un como condena a los enfermos a la parodia de la normalidad, o al encierro. La intención latente de la información deja caro eso s a los normales les gusta bailar y divertirse como locos, la mejor prueba de locura e bailar y divertirse como seres normales.
Germán Leopoldo García
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