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noviembre 2023

Este mes publicamos un breve texto de Germán García en la revista Fin de Siglo (1987-88) dirigida por Vicente Zito Lema y por Eduardo Luis Duhalde.

En El deseo hace política (1987) García reflexiona sobre la evolución de la práctica política en Argentina en los años ‘60 y ‘70, marcada por el influjo de la revolución cubana, el advenimiento de la Nueva Izquierda y el regreso del peronismo. Es en este marco que reflexiona sobre el lugar del campo intelectual ante la exigencia de coraje (compromiso) desde la política. Sobre esto afirma que “no existe la indiferencia política. Los intelectuales hacen, como todo el mundo, política (…) política quiere decir deseo y el deseo no es solamente deseo de poder”.

García contrapone aquí, una vez más, deseo e ideal: “La política del deseo no propone ningún Bien, marca la diferencia con los ideales, mantiene cierta distancia con el Poder”, es decir, el deseo siempre hace política, la cual no siempre es acorde al ideal social.

La colección completa de Fin de Siglo puede encontrarse digitalizada en su totalidad en ahira.com.ar
Dirección de Biblioteca y Archivo del Centro Descartes  

EL DESEO HACE POLITICA (1987) 

1. ¿Qué hacer?, título de una novela de N.G. Chernyshevski que inspira a Lenin el título de uno de sus ensayos claves. En el primer capítulo alguien se suicida y los comentarios oscilan hasta la conclusión: “Ahora ya era imposible comprender nada; un tonto y al mismo tiempo un listo”. La primera consecuencia del asunto tonto – título del segundo capítulo – dice: “Aprenderemos y trabajaremos, cantaremos y amaremos, habrá paraíso en la tierra. Estaremos alegres de vivir; todo irá bien, será pronto, lo veremos todo…” 

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2. Para los de mi edad, al menos para los que anduvieron por los círculos intelectuales de Buenos Aries, la práctica política tenía una meta mayúscula: Hacer la Revolución. El asunto tonto de Chernvshevsky, la pregunta de Lenin, fue respondida: el nuevo amor se inspiraba en Cuba, la voz cavernosa de Nicolás Guilleén salía por la noche de las casas de venta de discos de la calle Corrientes y alentaba los ideales, a la vez que remachaba las insignias.  

En ese momento, práctica política era sinónimo de izquierda, llamada, a la vez, nueva izquierda, puesto que estos peces habían dejado de nadar en el agua del pe-cé.

Este nuevo amor se encontró con el viejo amor, con el amor al viejo que profesaban otros, y la cosa se complicó. ¿Qué se les pedía a los intelectuales? Coraje, pero no un coraje intelectual (este consistía, justamente, en no ceder a las insignias del Coraje y evitar la traición de usar lo que se sabe para justificar lo que pasa).

3. Entonces, no existe la indiferencia política. Los intelectuales hacen, como todo el mundo, política. Esa política – subordinación del deseo a la Revolución, de todos los valores al Coraje – es la que no interesa en este momento.

Política quiere decir deseo y el deseo no es solamente deseo de poder. El poder del deseo siempre hace política y los intelectuales tienen una micropolítica (puede ser la de James Joyce para editar su Ulises, la de Henry Miller para disolver un destino familiar, etcétera).

4. La política del Coraje exige la entrega de la vida, propone una solución colectiva al hecho particular de la muerte. La política del deseo no propone ningún Bien, marca la diferencia con los ideales, mantiene cierta distancia con el Poder mostrando los poderes del discurso en el fundamento de los discursos sobre el poder. Se trata de un coraje que es “físico” porque está en juego el cuerpo, pero que no es militar porque sabe que lo que, para unos es un trapo, para otro es una bandera. 

5. De nuevo, Chernyshevski: “Ya no habrá enigmas, tú siempre verás veinte páginas antes del desenlace de cada situación, y aprovechando la ocasión, te diré incluso el desenlace de toda la narración: el asunto terminará alegremente, con copas, con canciones; no habrá ni adornos ni efectos”. Al revés, con adornos y efectos, la cosa hasta el momento ofrece pocas alegrías.  

Germán Leopoldo García

Fuente: # (agosto 1987). El deseo hace política. En Fin de siglo N°2 (p. 42), Buenos Aires; en (mayo 2002) Etcétera N°32, Buenos Aires. Recuperado de https://www.ahira.com.ar/ejemplares/fin-de-siglo-no-2/-2/

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