En el año 1974, Oscar Masotta propuso la fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Los que firmamos, exceptuando los que venían de un grupo organizado, apenas nos conocíamos. Al poco tiempo, Oscar Masotta se exilió, de manera que allí quedamos frente a una institución apenas formada, en un momento signado por la violencia política y el terrorismo de Estado.A pesar del clima reinante, la Escuela Freudiana de Buenos Aires duró hasta 1979, cuando Oscar Masotta tuvo que transformarla en la Escuela Freudiana de Argentina, institución que aún reconoce a su fundador.Es verdad que también algunos usan el nombre de "Escuela Freudiana de Buenos Aires", a pesar de haber anunciado alguna vez una "refundación".Oscar Masotta, en unas conocidas cartas públicas, dijo "no se quedarán con el nombre de la Escuela". Hasta el momento, parece que ese deseo no se ha realizado.Varios de los casi veinte que firmamos aquella fundación de 1974, donde había una sola mujer, pertenecemos ahora a la Escuela de la Orientación, cuya fundación fue una propuesta de Jacques-Alain Miller.No es un secreto para nadie que me encuentro entre quienes suponen que Jacques-Alain Miller ocupa en la actualidad el lugar que tuvo Oscar Masotta entonces. Quien se extrañe puede consultar la opinión de Maud Mannoni, quien reconoció en Miller al Masotta que había conocido (no al revés).La amistad que me une a Norberto Ferreyra, extensiva a Anabel Salafia, me hace seguir con interés las actividades y publicaciones de la Escuela Freudiana de la Argentina, mientras que es poco lo que en la actualidad sé de la llamada "Escuela Freudiana de Buenos Aires". De cualquier manera me parece que deberían cambiar el nombre, ya que la marca (para ellos, negativa) de Oscar Masotta en el psicoanálisis pertenece a la historia. Por lo que dice Jacques Lacan: "Lo dicho primero, etcétera".
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