¿En el contexto de las recientes nominaciones en las distintas Escuelas de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, que opinión tiene sobre el Pase en la Escuela de la Orientación Lacaniana?
Desde que Jacques Lacan lo propuso, hace más de cuarenta años, el pase ha sido eficaz al mostrar la imposibilidad de una identidad del psicoanalista. Se diga lo que se diga de los testimonios, revelan en la existencia misma del dispositivo la tensión con una enunciación colectiva. Que el testimonio suponga la máxima proximidad entre enunciado y enunciación es lo que importa. San Francisco de Asís es tan santo como San Ignacio de Loyola, pero no creo que se parezcan, ni que tuvieran la misma concepción de la institución que tenía que albergar el mensaje, al fin y al cabo común.
¿Que puede decirnos hoy sobre la llamada política de la enunciación?
El shifter se presenta sin que lo sepa el que habla. Se dice que cuando dos profetas dicen lo mismo, uno de los dos miente. O bien mienten los dos. Cierta vez que giraba como un trompo sobre las páginas de Ecrits caí sobre la homología propuesta por Lacan entre los mecanismos de defensa como los describe A. Freud y las figuras retóricas. Como estas figuras, en el capítulo II de la Retórica de Aristóteles se relacionan con las pasiones, concluí: a diferencia de las pulsiones las pasiones fijan un objeto, imponen un estilo que resulta de las transformaciones pulsionales en la articulación de la enunciación (procesos primarios) con los enunciados (elaboración secundaria). Algo así.
En relación al uso actual del término ‘semblante’, viejos, nuevos, ¿a qué responde la aparición de este término en la enseñanza de Jacques Lacan?
“Menuda” pregunta, como diría un andaluz. En el seminario 17 Lacan advierte que nuestra ciencia no ha introducido un conocimiento mejor del mundo “sino que ha hecho surgir en el mundo cosas que no existían en modo alguno en el nivel de nuestra percepción”. El sensus no tiene nada que ver con la percepción. Lo que sigue se refiere a una crítica a la fenomenología de la percepción que no ha dado nunca la menor idea... Aletheia, ousías (que no es el Otro, no es el ente, está entre los dos... no es tampoco el ser, aunque esté cerca). Sigue la insubstancia femenina, la parousía, los objetos a, para concluir en el viento de la voz humana. No se puede resumir, pero digamos que donde desaparece el “fenómeno” aparece du semblant que no se reduce al “falso” semblant. Tampoco creo que sea hacer teatro, cambiar de packaging. Du semblant, advierte Lacan en el seminario 18, hay que tomarlo como genitivo objetivo, no como semblant de otra cosa. Más bien como sens-blanc, como quien dice vers blanc.
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