Germán García - Archivo Virtual / Centro Descartes, Buenos Aires

Nueva biblioteca de psicoanálisis

# (23 de junio 1986). Nueva biblioteca de psicoanálisis. Por R.M. En diario Tiempo Argentino (p.4), Buenos Aires.

Oscar Masotta fundó en 1977 la Biblioteca Freudiana de Barcelona, después de su muerte en 1979, y durante seis años Germán García impulsó esa institución. De vuelta a la Argentina, la experiencia realizada en Barcelona avala la reciente fundación de la Biblioteca Internacional de Psicoanálisis, cuya sede se constituyó en un famoso edificio de Pueyrredón y Corrientes. Sobre este proyecto, dialogamos con el grupo fundador.

- Quien más, quien menos, se queja sobre la multiplicación de grupos psicoanalíticos en Buenos Aires. ¿Por qué fundar uno más?

- La BIP es transgrupal, no exige la exclusividad de sus asociados. Se puede pertenecer a cualquier grupo y también a la BIP. Como lo dice su nombre es una biblioteca -hay libros, hay información actualizada- que se propone como internacional -es decir, abierta a la que se realiza y publica en diferente países y lenguas-. La pertinencia de la fundación de la BIP se explica por esa misma dispersión, por la imposibilidad de generar una serie cuyo interés explícito sea impulsar la investigación en psicoanálisis.

- ¿En qué se diferencia este proyecto del que declaran otros grupos?

- Un médico, un psicólogo, puede “producir” -como se dice de manera cómica- a partir de lo siguiente: con el “Diccionario de Filosofía” de Ferrater Mora encuentra algo que decir sobre la sustancia en Spinoza o el cogito en Descartes, con el “Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje” de Ducrot y Todorov habla de las diferentes lingüísticas, con el “Diccionario Etimológico” de Corominas pone algunos latines ausentes de formación, con “Vocabulario de Psicoanálisis” de Laplanche y Pontalis tiene sus términos en alemán y el “Índice razonado” que Jacques-Alain Miller hizo de los “Escritos” de Jacques Lacan, le da las referencias “específicas”. Corta, pega y publica. En la BIP existe un consejo asesor de persona de cada campo -lingüística, lógica, antropología, filosofía, etcétera- y se espera que los dedicados al psicoanálisis se planteen sus problemas específicos. Es decir, se trata de pasar de la exhibición del saber a la investigación, de la búsqueda de la “novedad” a la seriedad, de la alusión implícita a la demostración explícita. Además, se trata de darle a cada uno los medios bibliográficos para que trabaje, no de ocultar la información -cosa frecuente- y después hablar como si inventara.

- ¿Cómo se organiza la BIP y cuáles son las condiciones de entrada y permanencia?

- Es una asociación sin fines de lucro sostenida por la cuota de sus integrantes. Tiene la comisión directiva exigida por sus estatutos, que se renueva por asamblea general y su funcionamiento interno se organiza por una dirección de enseñanza y un consejo asesor. Los días lunes hay actividades llamadas optativas, donde cualquier asociado puede hacer una conferencia, un curso, un seminario, previa presentación del proyecto a la dirección de enseñanza, los días martes se llaman Lecturas y se trata de invitar a personas de campos conexos para que informen sobre sus investigaciones, los miércoles existe un curso sorbe Sigmund Freud dictado por algunos asociados y los jueves investigaciones sobre Jacques Lacan -ahora sobre la psicosis, como preparación para el Quinto Encuentro del Campo Freudiano que se realizará en 1988 en Buenos Aires. Por último, los viernes están dedicados a clínica y participan aquellos que practican el psicoanálisis. Preparamos, además, un boletín para mantener actualizada la información sobre actividades y publicaciones en diferentes ciudades del mundo.

- ¿Cuál es la conexión de la BIP con el controvertido Campo Freudiano?

- La BIP aspira a ser un nudo en la red internacional que impulsa la Fundación del Campo Freudiano que dirige Judith MIller en París, en ese sentido impulsará las actividades de los grupos locales que se vectorizan en esa dirección. La BIP es auspiciada por diferentes instituciones inscriptas en el Campo Freudiano, con las que mantiene un intercambio permanente. Se trata de conducir este trabajo hacia una posible escuela donde esos grupos puedan confluir ya que el fracaso institucional del lacanismo argentino es evidente y que la actual equivalencia entre psicólogo y analista tiene algunas consecuencias preocupantes, en lo que hace a la garantía de la formación.

- ¿Existe alguna polémica con las demás instituciones?

- Existe una polémica mundial con la IPA, una polémica que comienza con la excomunión de Jacques Lacan y que ningún lacaniano olvida. En lo que hace a los grupos locales, existe un hecho histórico: el nombre Escuela Freudiana de Buenos Aires le fue “expropiado” a Oscar Masotta, quien dijo públicamente: “No sé quedarán con ese nombre”. No tenemos nada contras las personas, pero que cambien el nombre de su grupo sería poner las cosas en su lugar. Si ellos fueron repudiados por Oscar Masotta, si ellos repudiaron a Oscar Masotta, no pueden hacer “homenajes póstumos” y seguir con ese nombre. Un sector de ese grupo se constituyó con el nombre Seminario Lacaniano. Existe también la Escuela Freudiana de la Argentina, pero ellos decidieron quedar al margen de la historia del psicoanálisis. La Biblioteca es internacional porque se define por coordenadas que nada tienen de locales y porque aspira a cambiar las coordenadas locales. Es nuestra apuesta y es la de los primeros cincuenta que apostaron de una manera muy material: donaron dinero par el local y las instalaciones. Es un hecho. Ahora, el que quiera sumarse es imprescindible, el que quiera apartarse es prescindible. En vez de repetir “perseverar” y no hacer nada, se trata de aseverar y hacer lo que corresponde.

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