Germán García, escritor y psicoanalista, murió el miércoles por la tarde a los 74 años tras permanecer internado durante un mes en el Hospital Italiano.
García deja una extensa e influyente obra entre las que se incluye Nanina, editada en 1968 y prohibida durante el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía por abordar cuestiones sobre la sexualidad y contener una fuerte crítica a la institución familiar.
Al repasar el legado de García, cabe señalar que en 1973 formó parte de la fundación de la Revista Literal, en donde se incluían textos literarios, críticas y de psicoanálisis.
La Biblioteca Internacional de Psicoanálisis (BIP) fue creada por él en 1985, la cual junto a otras instituciones formó más tarde la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL).
Su trayectoria continuó con la creación de la Fundación Descartes, y las presidencias de la EOL y del consejo editorial de la revista Lacaniana.
En su extensa lista de ensayos se encuentran La entrada del psicoanálisis en la Argentina, Oscar Masotta y el psicoanálisis en castellano, La virtud indicativa y El psicoanálisis para las vanguardias.
Su investigación El psicoanálisis y los debates culturales (Paidós) le valió la Beca Guggenheim en 2003, y en 2007 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo nombró personalidad destacada de la cultura.
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