Germán García - Archivo Virtual / Centro Descartes, Buenos Aires

 De Ingenieros a Freud

# (5 de noviembre 1978). De Ingenieros a Freud. Por Raúl Vera Ocampo. En La Opinión Cultural. Incluido en Mazza, C. (comp.)(2018) Palabras de ocasión. Entrevistas a Germán García. Córdoba: Los Ríos Editorial (pp.37-42).

Hablemos de la génesis del libro que estás por publicar y del grupo de estudio en que trabajás.
Como ya sabés, la Escuela Freudiana, a la que pertenezco, se fundó en 1974 con Oscar Masotta y otra gente que provenía de cierto trabajo en  grupo que habíamos hecho. La primera referencia de Masotta a Lacan es de 1958; después en 1964 Enrique Pichón Riviere lo invitó al Instituto de Psicoanálisis. Masotta formó a mucha gente; yo mismo me formé con él. Luego fundó la Escuela Freudiana, que en realidad es un instituto de investigación en psicoanálisis, donde trabajamos en grupos y hacemos jornadas anuales. Además hacemos algunas publicaciones una se llama Cuadernos Sigmund Freud, en donde saldrá ahora un número dedicado a la interpretación, otra publicación se llama Notas de la Escuela Freudiana, que es una edición de circulación interna, y también publicamos en pequeñas cantidades, con tiradas de doscientos o trescientos ejemplares, material necesario para estudiar, sobre todo trabajos de Lacan. Mi libro, La entrada del psicoanálisis en la Argentinainicia una colección de la editorial que lo publica.

En materia psicoanalítica, ¿ustedes están decididamente dentro de un campo de estudio lacaniano?
Sí, nosotros fundamos nuestro grupo referido a la Escuela Freudiana de Paris, de Jacques Lacan. Masotta inclusive es miembro de esa escuela nosotros estamos trabajando en la elaboración de Freud-Lacan. Nos movemos, a diferencia de otros grupos que están muy sumergidos en el último texto de Lacan, dentro de una propuesta de lectura de Freud. La intención es tomar como campo de reflexión el campo del psicoanálisis. Es decir, lo que yo me planteaba y esto tiene que ver con mi libro, es que históricamente en eI discurso del psicoanálisis nunca apareció lo que este tenía de diferente con otras disciplinas. En un momento determinado, pasa por la psicología, en otro por la medicina, en otro por la psiquiatría, pero incluso por su propia condición legal, siempre está subordinado a otro discurso.

Ese seria el enfoque que vos aplicas en la forma de planteo de tu libro sobre la entrada del psicoanálisis en la Argentina
El libro comenzó así: un día, leyendo la historia del movimiento psicoanalítico de Freud, encuentro una referencia que decía "Un médico probablemente alemán residente en Chile, defendió en el Congreso de Medicina de Buenos Aires, en 1910, mi tesis sobre la sexualidad infantil". Y Freud no sabía exactamente quién era ese médico. Entonces empecé fo averiguar en otra edición de Freud y apareció el nombre de Gustavo Greve. Fui a la Facultad de Medicina y no encontré a nadie con ese nombre en los archivos, pero sí a un tal Germán Greve. Busqué la tesis y, efectivamente, se trataba del mismo médico. Como era un
alemán que vivía en Chile, leyó la tesis de Freud en el idioma original y debe haber sido el primero que en lengua castellana habló de eso. Porque en España se comenz6 a difundir el psicoanálisis recién en 1920, más menos. Seguí buscando materiales y me encontré con sorpresas. Porque mi inquietud está ligada, aparte de que esté a favor o en contra, al hecho de que casi toda la gente supone que el psicoanálisis se inició en la Argentina con la APA en 1943. Entonces observé que entre 1910 y 1930
hay una cantidad de trabajos.  Aparecen Enrique Mouchet, Gregorio Bermann, Jorge Thenon, quien incluso en 1930 recibe una carta de Freud. Más adelante una especie de pelea entre el campo de la psiquiatría y el campo médico, hace que el psicoanálisis sea tomado más por los médicos. Viene a la Argentina Emilio Mira y López, Ángel Garma y otros y organizan a través de la Facultad de Medicina lo que va desembocar en la APA. El otro movimiento comienza con un desplazamiento hacia la psicología, que sería toda la vertiente culturalista

Me interesa saber qué encontraste en tu investigación localizada entre los años1910 y 1930. 
Lo primero que encontré en psiquiatría fue una tesis de Diego Alcorta sobre la manía aguda. El era discípulo de Cosme Argerich. Pero el campo de la psiquiatría me llevaba hacia todo un problema sanitario. Encontré también el libro de José Ingenieros titulado La locura en la Argentina otras cosas. Lo que me decidió a hacer el libro, fue una sorpresa que me llevé buscando en los archivos que dirigía Osvaldo Loudet. Alli encontré una referencia a Lacan hecha en 1933. Me enteré que en Córdoba,
Bermann sacaba una revista de psicoterapia y me mandaron dos números. En 1936, en el número dos, Emilio Pizarro Crespo, que era un psiquiatra de Rosario, explica cinco casos utilizando la tesis de Lacan sobre la paranoia. O sea que lo notable es que así como en 1910 había freudianos, en 1933 se leía a Lacan... El primer capitulo de mi libro se llama "La naturaleza de las cosas" y trato de plantear los supuestos del positivismo, En otro capítulo que se llama "Los signos de la peste" por alusión de Freud al psicoanálisis como una peste, digo que la "peste" ya estaba en juego porque alrededor de 1920 hay discusiones apasionadas sobre el psicoanálisis. Hasta cierta instauración que ocurre en 1930. De ahí surgen dos capítulos, uno donde voy historizando la psicología desde Rivarola. Ya en 1910, Ingenieros funda la primer Sociedad de Psicología Argentina. Habían pasado Ameghino, Darwin, y entonces existía una teoría cosmogónica, evolucionista. Esa psicología que se proclama experimental, ya estaba en crisis en Europa. Aquí dedico un capítulo a los filósofos, porque los que vienen a ayudar a salvar la crisis, son los filóso fos a través de una cierta vertiente fenomenol6gica y kantiana.

Es cuando aparece Alejandro Korn..
Claro, también está Félix, otros como Francisco Romero, Luis Guerrero, Eugenio Pucciarelli, Miguel Angel Virasoro, Vicente Fatone,
Anibal Sánchez Reulet. Krueger inici6 en su época, alrededor de 1906 1907, el camino para valorar la psicología de Dilthey, que trafa implícito un nuevo punto de vista de la investigación, un criterio metodológico más estricto y un ahondamiento en el dominio de los hechos psicológicos y su sentido. Entonces, mi libro presenta luego esquemáticamente los orígenes de la psiquiatría hasta Ingenieros, los orígenes de la psicología hasta la fundación de la carrera en 1958 y algunos datos actuales, tales como los orígenes del psicoanálisis desde 1910 hasta la fundación de la APA, un capítulo sobre la APA, la crisis de la APA y lo que empieza a ser el estallido del discurso de París, con la formación de los distintos grupos y lo más reciente, o sea la escisión de la APA. 

Este trabajo lleva a una conclusión, ¿cuál?
Yo digo que no se trata de retornar a Freud, sino que Freud retornó. Y el mediador de ese retorno es Lacan. Mis conclusiones son éstas: en este momento, el discurso de Lacan, como tantos otros, podría servir para que alguna gente se entretuviera durante un tiempo y ganara unos pesos hasta la próxima moda. Pero si uno lo trabaja de una manera intensiva, interesante, y logra encontrarlo con la propia historia de los problemas que nosotros tenemos acá, con el psicoanálisis, podría ocurrir que fuera
la oportunidad de modificar en algo ese campo del psicoanálisis.

Pero tal vez por lo mismo que acabas de relatar en cuanto a la génesis del libro, me parece que el peligro es igual al que existió desde un principio con Freud. O sea que lo toma un grupo que se dice depositario sagrado del pensamiento freudiano y que, al convertirse en los chamanes del psicoanálisis, son los encargados de dar ese discurso, solo ellos. Entonces son los mismos de siempre, por lo cual el discurso verdaderamente psicoanálitico al cual vos querés llegar podrá desvirtuarse a pesar de Lacan, o a costa de Lacan. Para muchos, Lacan será un un pretexto pretexto como pudo serlo Jung o Adler....
Claro, fijate que en París, Lacan, por ejemplo, ni siquiera habla dentro de su escuela. Yo lo escuché en la Facultad de Derecho de Paris y nadie preguntó quién era.

Tu libro está armado principalmente con una referencia a textos que constituyen un discurso. Pero eso está dado con una significación, con la pauta pauta de que esa necesidad de extraer ciertos textos responde a una forma de esclarecer el cómo ha sido usado ese discurso.
Si, tenía bastantes temores porque es un trabajo que no se ha hecho nunca. Yo creo que entender la propia historia es la condición para entender la lectura que uno puede hacer de cualquier cosa, sea del psicoanálisis o todo lo demás.

¿Vos creés, desde ese punto de vista, que la cultura nacional puede ser también historizada con una metodología semejante?
Lo que más desalienta en la historia argentina es su circularidad, por la cual siempre se vuelve a los mismos términos, a los mismos problemas, las mismas oposiciones y que no tiene salida porque no hay progresión interna en todas las discusiones.

Y en el campo literario, ¿estás trabajando?
Tengo una novela que hace tres años que estoy escribiendo y y que me resulta bastante difícil, porque tengo la pretensión, después de haber escrito tres, de realizar una que signifique una evolución con respecto las anteriores

¿Para la elaboración de la novela tenés algún tipo de propuesta que pueda ligarse con la propuesta analítica?
A mi me pasa lo siguiente: yo digo que en la Argentina siempre se refiere todo al sujeto de enunciación y no al enunciado

Te lo decía porque, de alguna forma, el discurso lacaniano evidentemente es una propuesta de lectura de la realidad, entonces la literatura también tendría una conexión.
Claro, yo creo que el efecto de Freud o Lacan, por lo menos como yo lo registro, produce un efecto de estilo joyceano. Lo que me ocurre a mi es que no creo en la novela de hoy. Se supone que yo me dedico a hacer novelas alegorizando el psicoanálisis. Acá digo cualquier cosa y se comienza a pensar que, como yo me dedico al psicoanálisis, estoy diciendo algo psicoanalítico. Pienso que ese es un prejuicio de lectura. Por supuesto que el psicoanálisis es un discurso poderoso y que uno no puede pasar por allí y seguir pensando igual. Pero la influencia, en todo caso, creo que está por añadidura. Lo que pasa además es que yo no veo
actualmente cual es la salida para nuestra literatura. Creo que este momento se presta a una renovación del género literario.

Inclusive yo diría más, se presta para un replanteo de fondo del lenguajes que no sería solo importante sino necesario, pero una renovación que no se convierta en postulación teórica sujeta de un esquema "con prejuicios de lectura' que invalide el lenguaje como verdadera experimentación creativa

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