E D I TO R I A L
Work in progress
C on el número 13 se abre la tercera época de El Murciélago , Magazine freudiano , esta vez virtual. El cambio de formato ha hecho posible retomar el hilo con el anhelo de ampliar, tanto como lo posibilita la difusión on line , el número de lectores y de intercambios que promueve la comunicación por Internet.
En noviembre de 1988, Germán García inicia la primera época con una nota editorial, “Presentación al vuelo” en la que abre el abanico de metáforas y malentendidos a los que se presta la figura de este ‘ave raris', vía regia para dar publicidad a nuestro asunto: el psicoanálisis. Dirige cuatro números que son editados con una frecuencia regular. Beatriz Gez completa la serie con la dirección de los números 5 y 6, donde ya aparecen nuevas secciones que se mantendrán en los números siguientes.
En octubre de 1997, después de unos años de permanecer colgado en cuadros que reproducían algunas tapas o en anuncios de revistas que esperaban su reaparición, es editado el número 7 con el que iniciamos la segunda época. En la nota editorial escribí para mi sorpresa, hoy, dos preguntas que siguen siendo actuales y que siguen promoviendo una apuesta para quienes participan de este proyecto: ¿qué bienes constituyen al psicoanálisis en una comunidad? ¿A qué comunidad responde con su práctica? Cinco números más publicados bajo mi dirección completaron la serie de este tiempo. Y hay que decirlo, sólo esbozan respuestas que bordean esas preguntas.
El número 12 en sus últimas páginas reproduce un texto e imágenes de cuadros del libro de Oscar Masotta, Pop-art . Graciela Avram me ayudó a elegir esas imágenes (las más representativas de la década del sesenta entre “los imagineros argentinos”) y también me propuso reproducir la tapa de la revista Primera Plana del 13 de mayo de 1969 que alude a los comentarios de Jorge Romero Brest y al debate que prosiguió sobre la presunta “Muerte del Arte”. (Extraída de: Instituto Di Tella. Experiencias '68 , Buenos Aires, Fundación Proa, 1998).
El hilo quedó tendido. Sólo faltaba volver a encontrar la punta, o bien podemos decir a la vista de los resultados: sólo faltaba encontrar una respuesta a los desafíos inconclusos (y perdidos en la noche de las décadas siguientes) de los años sesenta.
La extensa nota que transcribo a continuación sobre los comentarios del libro de Andrea Giunta Vanguardia, internacionalismo y política: arte argentino en los años sesenta da una respuesta crítica a los problemas, desafíos, transformaciones, contradicciones, aporías y destellos de creación que impregnaron con una fuerza irreversible los hechos y los personajes más sobresalientes de esos años. Literatura, artes plásticas, vida política, estrategias de gestión cultural, políticas editoriales, son los puntos de intersección por los que discurren esos comentarios. Esos mismos puntos de intersección y también otros, que cada lector podrá trazar con sus lecturas, están indicados en el conjunto de los índices de la revista que publicamos en esta primera aparición virtual.
En Literal , un renovado recuerdo de Gombrowicz (1904-1969) a los cien años de su nacimiento, y al cruce de Gombrowicz, otro aniversario, el de Julio Cortazar a los veinte años de su muerte (1914-1984), un autor que compartió con el escritor polaco algunos territorios, posiblemente a destiempo.
Este número aun está en obra, work in progress . Hemos decidido que aparezca una revista que se hace a la vista de los lectores siguiendo la vocación de Macedonio Fernández. Feliz retorno macedoniano de una propuesta que fue la de sacar el primer número por Internet, a modo de avance y prueba, sin haber terminado de completar todas las secciones.
Agradezco a Anselmo Kozak, a Juan Marino y a Myriam Soae su colaboración para hacer posible este primer lanzamiento, a Germán Schwindt y a Cecilia Fasano por aceptar la propuesta de llevar adelante esta tercera época de la revista, a Enrique Acuña como asesor y a Germán García por su ingenio y perseverancia en la apuesta en común de este proyecto que transforma cada vez en divertimento fecundo los tiempos de espera.
Evoco antes de terminar el tono con el que Jacques-Alain
Miller habla de sí en el prefacio de Un comienzo en la
vida . De Sartre a Lacan : “... Lacan no ‘ faisait pas
semblant ” (no fingía, no hacía como si). Nadie
hubiera conseguido que reconociera que su acto no era sino gesto,
como así me confesó Sartre. Lacan pasaba por los ‘semblantes',
pero era para, de ellos, obtener lo real”. Ese es el juego que venimos
librando con la revista desde sus inicios: encontrar la virtud
indicativa de los semblantes que se vuelven gestos, contraseñas,
actos, en los que se anuda el incesante hilo de lo que no cesa de
escribirse.
Adriana Testa |