Introducción
En este trabajo trataré de sintetizar algunos conceptos que nos permitan situarnos en la obra de Freud con relación a los términos síntoma e inhibición.
Nos dice que los enfermos histéricos sufren de reminiscencias. Sus síntomas son residuos y símbolos conmemorativos de determinados sucesos (traumáticos).
Los síntomas, que para emplear una comparación tomada de los dominios de la Química son los precipitados anteriores de sucesos eróticos (en el más amplio sentido), no pueden disolverse y ser transformados en otros productos psíquicos más que a la elevada temperatura de la transferencia.
Todo síntoma posee un sentido y se halla estrechamente enlazado a la vida psíquica del enfermo.
No aspiramos, en un principio, sino a un modestísimo resultado: conseguir comprender e interpretar algunos de los síntomas de la enfermedad que los aqueja. La sola posibilidad de atribuir, mediante la interpretación psicoanalítica, un sentido a los síntomas neuróticos, constituye ya una prueba irrefutable de la existencia de estos procesos.
Los síntomas tienden unas veces a procurar una satisfacción sexual al sujeto y otras a preservarle contra la misma, predominando en la histeria el carácter positivo, o sea el de satisfacción, y el negativo o ascético en la neurosis obsesiva.
Los síntomas son efectos de transacciones resultantes de la interferencia de las tendencias opuestas, y expresan tanto lo que ha sido reprimido como lo que ha constituido la causa de tal represión y ha contribuido de esta manera a su génesis. La sustitución puede efectuarse más en provecho de una de estas tendencias que de la otra, y raras veces se hace en provecho de una sola. En la histeria, las dos intenciones se expresan, la mayor parte de las veces, por un único síntoma, y, en cambio en la neurosis obsesiva existe una separación entre ambas, consistente en que el síntoma aparece en dos tiempos y se anulan uno al otro.
Sabemos que, partiendo del análisis de los síntomas, llegamos al conocimiento de sucesos de la vida infantil a los cuales se halla fijada la libido, y que constituyen el nódulo de las manifestaciones sintomáticas. Pero lo asombroso es que estas escenas infantiles no son siempre verdaderas.
La sexualidad infantil vencida por la represión es la fuerza impulsora principal de la formación de síntomas, y el elemento principal de su contenido, el complejo de Edipo, el complejo nodular de la neurosis.
Lacan tratará de ir más allá que Freud. Tomando como punto de partida el texto de Más allá del principio del placer conceptualizará esa energía suelta de la pulsión reprimida como goce, como objeto a, como ese resto que cae del significante y al síntoma como goce en tanto hay una satisfacción que insiste en la compulsión a la repetición.
Es en este sentido que se puede decir que el objetivo de un análisis, mas que liberar al analizante de sus síntomas, es poner al sujeto en posición de hacerse responsable de su goce. El atravesamiento del fantasma supondrá, por ello, admitir la castración desde el significante de la falta en el Otro.
Volviendo a Freud. Al describir los fenómenos patológicos acostumbramos a emplear dos términos: síntoma e inhibición. La inhibición presenta una relación especial con la función y no significa necesariamente algo patológico. Igualmente, también una inhibición puede constituirse en síntoma. Para diferenciarlos tendremos que decir que una inhibición sería una simple disminución de la función, mientras que un síntoma implicaría una modificación extraordinaria de la función o una función nueva.
El síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional interceptada, es un resultado del proceso represivo. La represión parte del yo, quien, eventualmente por encargo del superyó, no quiere acatar una investidura pulsional incitada en el ello.
La inhibición intelectual, concebida como causa de fracaso escolar, puede o no ser constituida como síntoma para un sujeto. Es mi intención demostrar, mediante el análisis de un caso clínico, que será el trabajo de la transferencia el que permita realizar una operación que posibilite este pasaje y, aun cuando no podamos pensar en un fin de análisis, si podemos pensar en un recorrido que permite al analizante una apertura hacia otra dimensión del lenguaje.
PRESENTACIÓN CLINICA
Rocío tiene 8 años, llega a consulta por una derivación del E.O.E. con una nota donde se señala: "Dificultades en el área de matemáticas... no puede resolver situaciones problemáticas, su atención es dispersa... confusión para dividir... tarda mucho tiempo en contar una historia... la redacción sobre un viaje imaginario fue poco coherente... expresión oral pobre por su introversión."
En la primera entrevista con la madre ésta menciona lo siguiente:
• La trae porque está un poco atrasada, no habla mucho, no pregunta. Pero siempre fue así "Yo soy igual... será porque mi mamá murió cuando yo tenía 5 años."
• En abril del año pasado vinieron del Perú.
• Tiene otros dos hijos: una mujer de 9 años y un varón de 7. Tuvo otro niño que nació muerto.
• El padre tiene una depresión desde hace varios meses que lo mantiene en cama permanentemente. Trabajaba de albañil por horas, ella está estudiando repostería y también trabaja por horas, como empleada doméstica.
En la primera entrevista con Rocío compruebo que no se expresa fluidamente con la palabra mas sí con el dibujo. Posteriormente trae un álbum con figuritas donde aparecen imágenes de "nenas lindas, muñecas, rubias y bien vestidas."
Se produce una interrupción de varios meses en las entrevistas. Cuando retoma expresa una gran confusión con relación a su constelación familiar: ¿quién es la tía y el tío?, ¿Con quiénes vive? Lo único que queda claro: "La vida en Perú era mucho más linda." Parece una clara alusión a "todo tiempo pasado fue mejor" conclusión lógica para lo que no se necesita haber vivido tanto.
Realiza una escritura de números invertida: 12 por 21. Pregunto por esto y digo "en espejo". Sonríe, insisto y le pregunto si le gusta mirarse en el espejo, responde que no le gusta su cara en el espejo porque tiene un pequeño absceso sobre la oreja.
En otra producción gráfica en que dibuja dos figuras, una masculina y otra femenina, dice: " Mamá y papá... hablando del trabajo... que papá no consigue trabajo... no sé... está enfermo... del corazón... le duele... ("¿estará triste?") Relata que a ella la puso triste la muerte de su tío Manuel que la cuidaba en Perú. Aquí la cuida su tío Máximo; le gustaba más Perú, tenía todas sus muñecas que tuvo que dejar allá porque la mamá quería comprar todo nuevo.
Asociaciones con la muerte y miedo a la muerte aparecen repetidas veces.
Deben intervenirla quirúrgicamente por el absceso - ocasión en la que soy yo quien le facilita la entrevista con el médico -. Esto por un lado la satisface y por otro le produce temores que manifiesta en sus producciones gráficas.
Tiempo después de esto realiza un dibujo: una casa con la puerta abierta y una mujer afuera, se llama Alicia y va a poder entrar en la casa. En esos días me cuenta un secreto: cuando su madre no se da cuenta le saca plata, no sabe de dónde saca plata la madre.
PRIMER MOVIMIENTO
Marco aquí un primer movimiento significativo en relación con la transferencia.
Pese a que la operación le sacó el absceso que tanto le molestaba y no le permitía gustarse, la metáfora del espejo vuelve a presentarse: hay algo que no le gusta en ella ¿qué? "No lo sé". Considero que esta forma de negación verificaría la representación de la castración como fantasía.
Aparece luego una fantasía con relación a un padre potente: se enojó y le pegó, tanto que la tuvo que llevar alzada porque ella no podía caminar. La pequeña histérica es capaz de ofrecer su cuerpo para el sacrificio como ofrenda a un padre: ser pegada por el padre, erotizada por él.
Cierto día trae para leer el cuento de Blanca Nieves y en el transcurso de esta entrevista dice dos frases muy significativas: 1) Soy tartamuda, 2) Mi madre tuvo una madrastra mala.
Con relación a la tartamudez es la primera vez que lo puede expresar y reconocer como una inhibición para comunicarse con otros. En relación con lo segundo, como en el cuento de Blanca Nieves, podemos ubicar aquí a una madrastra mala, a dos mujeres rivales por la belleza y a un espejo que muestra y habla con la verdad, la verdad de la castración.
La última entrevista de ese año se recorta como sintomática para lo que podría ubicarse con relación al amor de transferencia. Dibuja dos personas evidentemente femeninas: "Vos y yo... que vos te vas de vacaciones y yo no quiero que te vayas. Y Alicia le dice que allá está mi familia y Rocío le dice que yo te voy a extrañar mucho desde la Argentina (¿a dónde me voy a ir?), a Bariloche... y Rocío le dice: te voy a regalar un dibujo. Y Alicia le dice: muchas gracias."
Al comenzar el segundo año la madre comienza a poner obstáculos para el tratamiento, ya pasó de año y mejoró su rendimiento escolar. Como respuesta Rocío se saca un aplazo en matemáticas y continúa con dificultades para la división y la resta. La traen tarde a una entrevista y expresa, con énfasis, a su madre "¡te dije que era a las dos!". Trabajo con ella cómo puede hacerse cargo ella de los horarios de su tratamiento, sin depender tanto de la madre. Aparece un nuevo significante ahora bien recortado: pedir y que le pidan; dar y recibir. Se enlaza claramente con su dificultad para la resta: pedir a otro y eso cuesta.
SEGUNDO MOVIMIENTO
A partir de aquí puedo ubicar un segundo movimiento en el tratamiento: puede comenzar a pedir ayuda. Lo expresa concretamente un día que viene de la escuela con una hoja que le dieron. Le preguntan si sabe cual es la mayor fuente de energía, qué es la ecología, qué es un ecosistema. Le respondo que yo tampoco lo sé y trabajamos sobre cómo se puede hacer para averiguarlo.
A través de otro dibujo puede comenzar a hablar de sus miedos. Dibuja soldados con cascos, le pregunto dónde los vio y responde que paseando con su tía. En su casa - casa tomada - ha entrado reiteradamente la policía y "se han llevado a niños que no tenían madre." Todo esto le da mucho miedo, su padre quiere comprar una casa pero es muy lejos y la hermana no se quiere mudar porque no quiere cambiarse de escuela.
Es importante distinguir aquí el miedo de la angustia, como señalan tanto Freud como Lacan. La angustia se produce como respuesta al temor de que se levante la represión y la falta de objeto concreto enlaza un sustituto (fobia), mientras que el miedo se produce ante un objeto de la realidad que lo causa.
Vuelve a presentarse la dificultad para "resolver situaciones problemáticas". Le pregunto cuáles son los problemas que no puede resolver. Me da un ejemplo: -"María tiene unos helados y los regala, eso"
-¿Qué no podés entender, que los regale?
-"¡Eso!"
-¿Qué harías vos si tuvieras helados?
-"Y... me los comería"
Si el amor es dar lo que no se tiene a alguien que no es Rocío no está dispuesta a dar lo que podría tener.
El resto del año estuvo caracterizado por ausencias imprevisibles: desalojo con intervención policial, hacinamiento en casa de algún tío, nueva casa compartida con "gente rara". Ninguna de estas situaciones fue impedimento para continuar el tratamiento, que se sostuvo, sosteniendo a su vez, tanto a Rocío como a su madre, quien en ocasiones tuvo entrevistas conmigo que le sirvieron de apoyo para ordenarse en relación con lo prioritario en cada situación de emergencia.
El padre, después de más de dos años, sale de su letargo y concurre a una entrevista conmigo. Aparentemente, con una producción delirante, logra cierta estabilización en la psicosis.
En este momento Rocío puede comenzar a desplegar una queja acerca del trato segregativo que recibe, en la escuela, por parte de sus compañeras. Esto le impide hablar, por eso "tartamudea." Rocío ubica la tartamudez como un síntoma que le aconteció desde que vino a vivir a Buenos Aires "porque tengo miedo de la policía que entra a la casa a preguntar si saben quién vende droga". Le molesta que fumen porque el olor le llega hasta su habitación. En este período puede explayarse ampliamente en relación con todo lo que sabe sobre esto y no puede decir en otra parte. El tartamudeo continúa muy marcado, acrecentado incluso, paralelamente con el aumento notable de su verbalización.
TERCER MOVIMIENTO
Considero como último movimiento de este tratamiento las palabras con que comienza uno de nuestros encuentros, los que siempre se caracterizaron por varios minutos de silencio al principio: "Todas las veces no sé qué decir para decir que quiero jugar". Pero, a partir de aquí, puede decirlo y puede pedirlo; la relación con la palabra ha variado.
Continúan los desalojos y los cambios de vivienda, pero ahora Rocío puede hablar de lo que le acontece. Los miedos no van a desaparecer, son reales, pero pueden ponerse en palabras.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Freud, S.: "Inhibición, síntoma y angustia" (1925), "Trabajos sobre técnica psicoanalítica" (1911-1913), O.C. Tomo XX, Amorrortu editores, Bs.As. 1988.
• Laurent E.: Hay un fin de análisis para los niños, I. Neurosis, Colección DIVA, Bs.As. 1999.
• AA.VV.: Diversidad del síntoma, "El concepto de síntoma en Freud" de A. Rubistein; "Entre inhibición y angustia" de F. Leguil, "Selección de fragmentos relativos al concepto de síntoma en la obra de S. Freud" de Diana Yassin y otros. Edita EOL, Bs.As. 1996.
• Lacan, J.: Seminario X La Angustia [1962- 1963], (inédito). Seminario V Las Formaciones del Inconsciente, Paidós, Bs.As. , 1999.
• Najles, Ana Ruth: Una política del psicoanálisis - con niños -, plural editores, Bs. As. 1996.