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La orientación lacaniana
Lo que se hace en el Centro Descartes

por Claudia Castillo

Algunas referencias de Lacan a Kierkegaard

Introducción

Quizás sea conveniente hacer una pequeña presentación De Sören Kierkegaard, para aquellos que aún no lo conocen. Tal era mi caso hasta la lectura del libro de Yves Depelsenaire, Un análisis con Dios, La cita de Lacan y Kierkegaard. (1)Este último me informó respecto de la cantidad de referencias que Lacan hace a este filósofo desde el comienzo de su enseñanza, mis compañeros del equipo temático: “Kierkegaard, directo a la fuente” hicieron lo propio respecto de la vida y obra de este “escritor”(2) tal particular.

S Ö ren Kierkegaard nació en Copenhague en 1813, entre 1819 y 1834 mueren sus hermanos Michael, Maren, Nicoline, Neil Andeas, Severina y su madre. Esto ha dado lugar a que muchos autores basándose en Kierkegaard mismo, hablen de su melancolía. No es la vía que va a tomar Lacan.

En 1837 conoce a Regina Olsen, el gran amor de su vida que él mismo volverá imposible y que motiva varias reflexiones presentes en sus escritos. Se compromete con ella en 1840, el mismo año en que obtuvo la mención de laudabilis en Teología. Al año siguiente, rompe su compromiso a la vez que había defendido con éxito su tesis Sobre el concepto de ironía. El viaje a Berlín que emprende luego para asistir a las lecciones de Shelling, está presente en su obra, La Repetición que publica en 1843, junto con O lo uno o lo otro y Temor y temblor. También publica tres series de Discursosedificantes. Conviene aclarar en este punto el tema de la pseudonimia, en Kierkegaard. Hay por un lado, escritos pseudónimos que son muchos y están firmados por distintos personajes, por otro lado están los escritos edificantes, firmados por el propio Kierkegaard, que son en su mayoría sermones. Algunos comentadores señalan que “él publicaba casi siempre simultáneamente un escrito edificante con la mano derecha y un escrito pseudónimo con la izquierda”. (3) Recién al final de su vida, Kierkegaard renuncia a la seudonimia y se pelea abiertamente con la iglesia danesa. Muere en 1855, luego de que ese año comienza a aparecer la revista El Instante(4).

Lacan y Kierkegaard

La primera referencia importante de Lacan a Kierkegaard la encontramos en el Seminario II, “Kierkegaard, que era, como ustedes lo saben, un humorista, habló de la diferencia entre el mundo pagano y el mundo de la gracia que introdujo el cristianismo. De la capacidad de reconocer su objeto natural, que es manifiesta en el animal y de la cual hay algo en el hombre. Está la captura en la forma, la aprehensión en el juego y el apresamiento en el espejismo de la vida. Es a lo que se refiere un pensamiento teórico, o teorial, o contemplativo, o platónico, y no es por nada, que en el centro de su teoría sobre el conocimiento Platón pone la reminiscencia. Si el objeto natural, el correspondiente armónico del viviente, es reconocible, esto se debe a que ya se dibuja su figura. Y para que se dibuje, es preciso que ya haya estado en aquel que va a unirse a ella. Es la relación de la diada.”Luego Lacan explica que toda la teoría del conocimiento de Platón es diádica e él prefiere introducir al pecado como tercer término, es allí donde aparece Kierkegaard. “El hombre encuentra su camino ya no por la vía de la reminiscencia sino por la de la repetición. Esto es lo que precisamente pone a Kierkegaard en la vía de nuestras intuiciones freudianas, en un pequeño libro llamado La Repetición.”(5)Lacan explica como Kierkegaard se encuentra con la barrera de sus reminiscencias, con lo que él cree ser y lo que sabe que no podrá llegar a ser. “Trata de cumplir la experiencia de la repetición. Vuelve a Berlín, donde había sentido un infinito placer y vuelve sobre sus propios pasos.”Busca el bien en la sombra de su placer y la experiencia fracasa por completo. Kierkegaard lo guía a Lacan para decir que “todo lo que significa un progreso esencial para el ser humano tiene que pasar por la vía de una repetición obstinada”.

Entonces, una de las vías por las cuales a Lacan le sirve referirse a Kierkegaard es para afirmar su noción de repetición, de la cual hará más adelante un concepto fundamental. (6)La repetición kierkegaardiana-freudiana implica una subversión radical que se opone a la noción platónica de reminiscencia. El concepto de reminiscencia, anamnesis, Platón lo evoca las más de las veces a propósito de la mayéutica, Sócrates, no aporta el conocimiento a la mente vacía de aquel que lo busca, sino que lo hacer surgir en ella. Es el arte de hacer alumbrar la idea al otro. El Menón es el diálogo platónico que ilustra este alumbramiento de la idea. Si bien no lo desarrollaremos aquí, podemos decir, que la reminiscencia es ante todo en Platón una manera de afirmar el carácter a priori del conocimiento matemático. La noción de tiempo está implicada dado que el alma conoce lo que está fuera del tiempo, permaneciendo no obstante dentro del tiempo. (7)El descubrimiento freudiano va a problematizar definitivamente esta intemporalidad de la Idea. Lacan lo subraya, “Freud distingue dos estructuras diferentes de la experiencia humana-la que yo llamaba con Kierkegaard antigua, la de la reminiscencia, que supone una armonía un acuerdo, una armonía entre el hombre y el mundo de sus objetos, que hace que los reconozca porque de alguna manera los conoce desde siempre-y, por el contrario, la conquista, la estructuración del mundo en un esfuerzo de trabajo, por la vía de la repetición”. Kierkegaard distingue dos repeticiones: una repetición hacia atrás, aquella que el concepto platónico de reminiscencia designa, y una repetición hacia adelante, una insistencia repetitiva en búsqueda de lo nuevo, que la resonancia latina de repetición convoca en nuestra lengua: repetere. La repetición pide lo nuevo y paradojalmente, en la concepción de Kierkegaard, ella es sin vuelta. En síntesis, aunque todo este tema requeriría un desarrollo más extenso, la cura analítica no obedece a la lógica socrática de la reminiscencia, no se trata en el psicoanálisis, ni de un “conócete a ti mismo” que el analista ayudaría a poner en marcha, ni sólo del recuerdo, como Freud lo descubrió tempranamente. Por otra parte, la transferencia no es sólo repetición.Los otros textos donde Lacan toma la referencia kierkegaardiana a la repetición son: en los Escritos en “El seminario sobre la “La carta robada””, en “Función y campo de la palabra y el lenguaje” y en “La instancia de la letra” y también en los Seminarios 11 y 17.

Otra referencia importante tiene que ver con la angustia. Lacan lo cita a Kierkegaard al final del escrito “La agresividad en psicoanálisis” convocándolo en relación a la angustia freudiana y poniéndolo en tensión con Bersong y con Hegel. Aunque sin duda la referencia del Seminario 10, promueve una serie de investigaciones que luego serán retomadas en Encore en otros seminarios. El capítulo donde Lacan cita a Kierkegaard se refiere a la angustia, entre el goce y el deseo del lado femenino. Jacques-Alain Miller titula el capítulo, “La mujer, más verdadera y más real”. Cito: “La angustia existe también en la mujer. Kierkegaard,(8) que debía de tener algo de la naturaleza de Tiresias, probablemente más que yo, por que yo quiero conservar mis ojos, dice incluso que la mujer está más abierta a la angustia que el hombre. ¿Hay que creerlo? En verdad, lo que nos importa es captar el vínculo de la mujer con las posibilidades infinitas o, más bien, indeterminadas del deseo en el campo que se extiende a su alrededor”.

Kierkegaard publica El concepto de la angustia en 1844, bajo el seudónimo de Virgilius Huafniensis, y le pone como subtítulo: “Un mero análisis psicológico en la dirección del problema del pecado original”, este ensayo va a tratar sobre el pecado y la angustia y su primera operación es separarse de Hegel y de su idealismo, incluso de su doctrina del concepto (9) para iniciar, en cierto sentido, una tradición existencialista en el campo de la filosofía donde se inscribirán Sartre, Heidegger y otros, y de la cual Lacan también tratará de ubicar su seminario, aunque llevando las aguas al campo analítico. Para Kierkegaard pecado y angustia están íntimamente unidos en la constitución de cada individuo a partir de la “caída” de Adam que introduce en la historia humana la “pecaminosidad” a partir de la cual cualquier otro pecado lo supone como condición. A su vez todo hombre pierde su “inocencia” del mismo modo en que la perdió Adam, es decir mediante una culpa. La inocencia para él es la ignorancia. Y otro factor que está en juego es “la caída” a la cual Lacan alude también en el Seminario X. En un solo párrafo están aludidos el mito cristiano más fundamental, el sacrificio por el Padre, y Dios que no tiene alma. “El cambio radical en la perspectiva de la relación con Dios empezó con un drama…en el que alguien se hizo el alma de Dios. El lugar del alma debe situarse en el nivel a de residuo, de objeto caído” La cita concluye con una mención a Kiekegaard como aquel que ha podido plantear y explicar esos “grandes puntos de referencia estructurales”. Efectivamente en El concepto de la angustia es una descripción fenomenológica exhaustiva de la angustia, su causa y sus manifestaciones de la cual el psicoanálisis puede valerse para decir con Kierkegaard, que la angustia no es aprehensible por ningún concepto.

Claudia Castillo

Marzo 2008

Notas:

  • Une analyse avec dieu, le rendez-vous de Lacan et de Kierkegaard Yves Depelsenaire, Colllection essais La lettre volée, 2004, Bruxelles, Belgique
  • Algunos autores consideran a Kierkegaard como un escritor, esto puede argumentarse también a partir de su escrito Punto de vista definitivo sobre mi obra de escritor, que finalmente no publicó.
  • Yves Depelsenaire en obra citada.
  • El Instante (Editorial Trotta Madrid 2006), la compilación de los números de la revista homónima, íntegramente escrita por el filósofo danés. En esos textos, combatió ferozmente la hipocresía de la religión oficial. Traducción de Andrés Albertsen en colaboración con María José Binetti, Oscar Alberto Cuervo, Héctor César Fenoglio, Ana María Fioravanti, Ingrid Marie Glikmann y Pedro Nicolás Gorsd, de la Bilioteca S : ren Kierkegaard , Buenos Aires.
  • Jacques Lacan, El Seminario libro 2, El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica (1954-1955) Ediciones Paidós1986.Cap.VII, “El circuito”.
  • Jacques Lacan, El Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis (1964) Ediciones Paidós 1986.

(7)Rodolphe Adam Lacan y Kierkegaard Editorial NuevaVisión,

(8)Kierkegaard dice en el Capítulo II, La angustia como pecado original progresivamente considerado. En el apartado dedicado a la angustia subjetiva, “La mujer siente más angustia que el varón. Esto no se debe a que ella tenga menos fuerzas físicas,etc.,ya que aquí no se trata en absoluto de semejante angustia.”

 

(9) El concepto de la angustia, Sören Kierkegaard, Ediciones Libertador, 2004. Buenos Aires. Capítulo “La angustia como supuesto del pecado original y como medio de su esclarecimiento, precisamente retrocediendo en la dirección de su origen”

 

 

 
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