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MAUD MANONNI, FRANÇOISE DOLTÓ, PIERA AULAGNIER. LECTURAS CRÍTICAS

Por Claudia Castillo

En principio quiero decir algo sobre el Módulo Infancia del Centro Descartes y sobre quienes lo integran.

Yo soy la responsable hace bastante tiempo, y ahora la coordinadora es: María Marta Giani, y las integrantes son: Marcela Gutman, Leonor Lozano, Carolina Martini y Judith Schermann. En distintos momentos Mariana Filippo (Delegación Río Gallegos del IOM) y Vera Palmeri (Bibioteca Analítica de Esquel) en su paso por Buenos Aires han participado de las actividades del módulo.

La asesora es Graciela Musachi.

A lo largo del tiempo debo decir que el módulo fue atravesando distintas propuestas y distintos ejes de investigación. Sin hacer una larga historia puedo decir que al principio, el módulo que por sugerencia de Germán García se llamó Tratamientos de la infancia en la Argentina, se ocupó de investigar los distintos modos en que es tratada y nombrada la infancia y sus problemas desde distintos discursos tales como la psicopedagogía, la psicología, la psiquiatría para poder diferenciar e identificar qué lugar ocupa allí el psicoanálisis con niños. A lo largo del tiempo se fueron investigando distintas cuestiones como el lenguaje en la infancia, el síntoma del niño y la estructura familiar, el niño y el saber, la psicosis en el niño, la angustia en la infancia. Sobre este último tema,dicté un curso breve con la colaboración de María Marta Giani y Myriam Soae.

Los dos últimos años, pretendimos investigar lo que Lacan llamó sus tres sistemas de referencia: lo imaginario, lo simbólico, lo real, aplicándolo a la clínica con niños. Digo que fue una “pretención”, porque se convirtió en una tarea imposible ya que esto implicaba la lectura de “todo Lacan”, desde el Seminario 1 hasta RSI. A la vez, la dificultad que se planteó fue como aplicar estas referencias con la práctica concreta con niños.

Avanzamos solo discretamente sobre los Seminarios 1 y2, de allí pudimos extraer algunas articulaciones que no son aplicables específicamente a la clínica con niños sino al psicoanálisis. Por ejemplo, en el Seminario 2, cuando Lacan vuelve sobre “el sueño de la inyección de Irma” de Freud, tomando el sueño para articular lo simbólico con lo imaginario y definir a lo real como "algo ante lo cual las palabras se detienen y las categorías fracasan, y aparece el objeto de angustia por excelencia". Refiriéndose a lo imaginario como  algo evanescente que necesita de lo simbólico para ser articulado, siendo el poder de nombrar a los objetos lo que estructura la percepción misma. O cuando nos detuvimos en el Seminario 1, en el capítulo titulado “La báscula del deseo”. Allí Lacan toma el estadio del espejo para introducir el tema del narcisismo. Plantea la estrecha relación existente entre la formación del objeto y la formación del Yo. En el desarrollo de este capítulo encontramos la relación yo-tu y el modo en que el niño se incorpora al lenguaje, que es el lenguaje de otros, el yo como lugar de desconocimiento, la asunción jubilatoria de un dominio que aún no ha alcanzado (es a través de la mediación de la imagen del otro) y a la vez, como el niño se siente totalmente capaz de asumir este dominio en su interior. También de la imagen de la forma del cuerpo, imagen de la forma del otro que es asumida en su interior y se conoce como cuerpo. Así expresa que el hombre sabe que es un cuerpo. El hombre se aprehende como cuerpo, como forma vacía del cuerpo, en un movimiento de báscula, de intercambio con el otro. Ese capítulo sólo debería estar en cualquier ensayo que serio que se escriba sobre psicoanálisis con niños y sin embargo, se recorta, se parafrasea, se aplica de manera forzada, pero se dice cualquier otra cosa.

El año pasado, en el XXV COLOQUIO DESCARTES realizado a raíz del aniversario de la muerte de Lacan, que se llamó: “ 30 años sin Lacan, De las grandes figuras a las redes sociales” conversando con Germán García surgió un título para mi ponencia, que de alguna manera re-significó el eje de las lecturas para el módulo de infancia. El título era: “Lacan: lo que queda por hacer con los niños en análisis” el armado de este trabajo me llevó a leer a discípulas o analizantes de Lacan que valiéndose de ciertos conceptos lacanianos terminan diciendo otra cosa. Las variaciones surgen de la práctica con niños. A su vez conversé estas cuestiones con Graciela Musachi, nuestra asesora, quién me orientó respecto del entrecruzamiento entre historia y clínica. O dicho de otra manera, me parece que el modo que es pertinente adoptar es el que utiliza ella misma en: “Para una historia del Psicoanálisis de niños en la Argentina”(1) ó Germán García en La entrada del psicoanálisis en la Argentina. Retomo aquí las palabras de Germán en la presentación de este libro cuando dice que se trata “de una lectura de los acontecimientos del discurso, no de los hechos a los que el discurso se refiere” Agrega que “El relato de la historia ordena_ en todos los sentidos de esta palabra_los acontecimientos que produce y por eso se opone como artificio a cualquier naturaleza.”(2)

En el Coloquio Descartes me referí a tres mujeres cuyos nombres propios están en el título de mi trabajo, ellas son Maud Manonni, Françoise Doltó y Piera Aulagnier; a continuación ubicaré ciertos conceptos básicos de cada una de ellas y su relación con los conceptos y la enseñanza de Jacques Lacan.

Las “madres oficiantes del psicoanálisis”

Lacan dice en “Función y campo de la palabra y el lenguaje” le gustaría saber más sobre los efectos de la simbolización en el niño, y las madres oficiantes en psicoanálisis, aun las que dan a nuestros más altos consejos un aire de matriarcado, no están al abrigo de esa confusión de las lenguas en la que Ferenczi designa la ley de la relación niño-adulto. (3)

En principio hay que aclarar que el artículo de Ferenczi que revisé se refiere a otra cosa, esencialmente a lo que se juega de seducción entre un niño y un adulto, como necesariamente el niño “seduce” al adulto buscando su amor y el adulto puede confundirse con esta seducción y agredir al niño. A su vez el niño por indentificación, introyección del agresor, logra que este desaparezca en cuanto realidad exterior, y se vuelva intrapsíquico, convirtiéndose en algo traumático. No puedo hoy extenderme en el artículo de Ferenczi, pero, diré que él señala las consecuencias caracterológicas que pueden resultar de la apertura precoz a formas de amor apasionado, teñido de sentimientos de culpabilidad en un ser inmaduro e inocente. La consecuencia no puede ser otra que la “confusión de lenguas”. (4)

Cuando Lacan se refiere a estas “madres oficiantes” y a las variaciones y variantes que habían introducido en el psicoanálisis, al convertirlo en pedagogía materna, en ayuda samaritana ó como señala Germán García, en una réplica de Freud, podemos suponer que alude en principio a Melanie Klein y a Ana Freud, pero estaban también otras colegas más cercanas: compañeras de ruta en la formación, discípulas o analizantes de Lacan, que valiéndose de su enseñanza o de sus conceptos se encargaron de decir otra cosa.

Me refiero a Françoise Doltó, Maud Mannoniy Piera Aulagnier entre otras. Si hay un rasgo que puede agruparlas es el de tomar al Lacan de lo imaginario –simbólico sin poder incorporar a su práctica y a sus teorizaciones al Lacan posterior al Seminario de la angustia.

Cada una de ellas tiene un recorrido e historia diferente que valdría la pena investigar alguna vez por las consecuencias que ha tenido en el desarrollo del psicoanálisis con niños en la Argentina.

El caso de Doltó es una médica pediatra de familia católica que permanece junto a Lacan hasta la creación de la Escuela de la Causa Freudiana en 1980 .Sin embargo, si bien se basa en ciertos conceptos psicoanalíticos modifica las nociones de sujeto, lenguaje, deseo y cuerpo.

En el caso de Maud Mannoni, no viene del campo de la medicina, se especializa primero en criminología, nació en Bélgica pero se traslada a Francia, incluso se analiza con Lacan, quién le reconoce el mérito de haber hecho ingresar al débil mental en el campo del psicoanálisis. En un momento dado de su formación, se acerca al campo de la anti-psiquiatría. Algunos dicen, que la gran pelea de Lacan con Mannoni tiene que ver con las presentaciones de enfermos que Lacan recuperó de la antigua psiquiatría. Algo didáctico, como se hacía en la psiquiatría clásica. Mannoni y otros que eran antipsiquiatras, se opusieron. Si bien hay muchas cuestiones que ella plantea que se encuentran dentro del marco trazado por Lacan en “Función y campo” a medida que su conceptualización avanza se va separando progresivamente de él y nuevamente sus consideraciones se acercan más a una escuela para padres que al análisis de un niño. Por lo tanto para esta autora la escucha de la familia habrá de convertirse en un punto central de la cura, ya que su discurso «puede aportar aquello que falta a la inteligencia del texto aportado por el niño”. (5)

El caso de Piera Aulagnier, estudió medicina en Italia antes de partir a Francia a principios de los 50, en París, conoció a Jacques Lacan y comenzó con él un análisis en 1955, que terminó en 1961. A continuación él la presentó a la Sociedad Francesa de Psicoanálisis (SFP), creada en 1953 tras la ruptura con la Sociedad Psicoanalítica de París (SPP). Siguió a Lacan en la segunda división de la historia del psicoanálisis en Francia en 1963-64 y fue rápidamente promovida Analista de la Escuela (el título más alto) en la EFP (Escuela Freudiana de París) Se separa de Lacan en 1967, cuando propone el procedimiento del pase. Nuevamente esta autora y sus conceptualizaciones son tomadas en continuidad con Lacan pero existen diferencias.

Lo que nos proponemos investigar a lo largo de este año es como cada una de estas autoras y otros, Denis Vasse por ejemplo, han partido de ciertos conceptos lacanianos, pero para decir otra cosa con la excusa de la particularidad de los tratamientos de niños. A medida que avanzo en mis lecturas me he dado cuenta que no solo se separan de Lacan por coyunturas de la política del psicoanálisis, sino que de entrada en sus desarrollos, en sus argumentaciones, difieren completamente. Algunas veces como en el caso de Piera Aulagnier, vuelven a la metapsicología freudiana, pero tampoco son fieles a la letra de Freud.

Por ejemplo, veamos lo que dice ella misma en una entrevista en relación al yo. “Lo que yo entiendo por "je", habiendo elegido el término "je" en lugar de "moi", es una instancia que tiene una relación directa con el discurso materno; a través del cual la madre anticipa a ese niño que va a nacer. No sólo lo anticipa, sino que lo preinviste durante la espera. De ahí que yo insista, pues si no se comprendería muy mal lo que voy a decir, en que esta relación que describo entre los primeros enunciados del discurso materno que tienen carácter identificante, o sea que son promotores de identificación, y que promueven el advenimiento del yo en la escena psíquica, no suponen en absoluto pasividad por parte de ese sujeto que adviene. Por lo tanto, el yo no es una instancia que a lo largo de su existencia, ni desde su primera infancia, sea pasivamente una instancia hablada por el discurso del "Otro", para retomar una expresión lacaniana. La madre descubre que a partir de las referencias identificatorias que ella da al niño y que le permiten al yo advenir ya no está sola para decidir el lugar en donde la ubica el hijo en la relación que los vincula. Esto es importante no olvidarlo para evitar pensar al yo como esa instancia pasiva que resulta totalmente modelada por el discurso del Otro".(6)

La modalidad de trabajo que me parece pertinente es la de ir a las fuentes originales y constatar allí de acuerdo a los intereses o rasgos de cada uno de los integrantes, qué dice cada uno de estos autores, si sus “aportes” modifican la teoría psicoanalítica y porqué serían indispensables a la hora de analizar un niño.

En una segunda etapa, se analizará como esos autores y sus desarrollos han impactado en el psicoanálisis con niños en la Argentina. Así como en su momento Melanie Klein influyó en la obra de Arminda Aberastury dándole a los orígenes del psicoanálisis de niños una impronta particular. Para estas cuestiones es indispensable la lectura del capítulo del libro de Germán García El psicoanálisis y los debates culturales ,llamado “Arminda Aberastury, concebir la infancia”.

Por otra parte, mi hipótesis es que el psicoanálisis lacaniano con niños está teñido de las conceptualizaciones de ciertas psicoanalistas francesas, sobre todo de Maud Manoni y Françoise Doltó, y esto modifica los modos de explicar la clínica, los controles, lo que se considera el fin de análisis de un niño, el manejo del tiempo, la interpretación, la transferencia, etc.

A su vez, convendría cotejar a estos autores con otros, como Rosine y Robert Lefort que estuvieron con Lacan hasta el final formando parte de la Escuela de la Causa Freudiana, y observar por qué ellos no necesitaron transformar la teoría para recibir, atender y escuchar niños, incluso muy graves.

En relación a la influencia de estos autores en la clínica con niños aquí, también convendría revisar los programas de las materias que marcan una especialización en las facultad de psicología, he charlado este tópico con Marcelo Izaguirre que me envió el programa de Fukelman, considerado “el especialista” lacaniano con niños. También revisé rápidamente programas de la cátedra de Ricardo y Marisa Rodulfo, que citan más a Piera Aulanier o Manonni que a Lacan.

No me es ajeno que a su vez están en juego, las políticas de traducción de los textos, las visitas de algunos de estos autores a la Argentina, las coyunturas institucionales y la posibilidad de aplicabilidad de los textos en campos como la educación, la psicopedagogía, la pediatría, etc. Por ejemplo, Silvia Bleichmar era una autora muy citada y requerida en el ámbito de la educación, en sentido amplio parece referirse a la enseñanza de Jacques Lacan pero cuando se leen en detalle alguno de sus artículos habla de un inconsciente no existente desde los orígenes, o de que el niño al ser considerado síntoma de la pareja, no puede “tener síntomas” o “hacer síntomas” dejando de ser un sujeto deseante. Ella por ejemplo, toma el término metábola para referirse al modo de inscripción de las representaciones base destinadas en el après coup a la represión , poniendo el acento en el metabolismo extraño que se da entre el inconsciente de la madre y el inconsciente en constitución del niño.(7)

Por último, cabe revisar y tomar nota de lo que se llama “estado del arte” en relación a estos temas. En una primera mirada hay algunos trabajos que han realizado algunos colegas de la ECF, otros de algunos colegas de España dentro de la Orientación Lacaniana, pero que ya no están en la AMP como Vicente Mira, por ejemplo y hay otros trabajos que hemos realizado en el módulo de infancia mismo o con anterioridad en lo que fue en la Biblioteca Internacional de Psicoanálisis en el espacio que se llamó Vector Práctica del niño. De hecho el primer trabajo que publiqué en el campo del psicoanálisis fue en la revista Vectores del acontecer analítico Nº 6, de 1989, y se llamó “Lacan y la debilidad mental” y allí ya había trabajado sobre Maud Manonni.

 

Claudia Castillo, marzo 2012

Notas

  • Musachi, G. ( 1991), “Para una historia del psicoanálisis de niños en la Argentina” en Nombres del psicoanálisis Editorial Anáfora, Buenos Aires
  • García, G. (1978) Presentación del libro La entrada del psicoanálisis en la Argentina, Ediciones Altazor y Catálogos, Buenos Aires
  • Lacan, J.(1953) “ Función y campo de la palabra y el lenguaje” en Escritos 1, Editorial Siglo XXI, decimisegunda edición en español, México 1984
  • Ferenczi, S. (1932). “Confusión de lengua entre los adultos y el niño” en El lenguaje de la ternura y de la pasión. En Psicoanálisis, Obras Completas, tomo IV: 1927-1933. En español Espasa-Calpe, Madrid, 1984
  • Mannoni, M. (1964) El niño retrasado y su madre, Paidós, Buenos Aires décima reimpresión 2008.
  • Rother de Hornstein, M. C. y Córdoba, L.(1986) Entrevista a la doctora Piera Aulagnier en www.elpsicoanalisis.org.ar/numero1/aulagnier1.htm, 2004.
  • Bleichmar, S.( 1991) “El concepto de i9nfancia en psicoanálisis(prerrequisitos para una teoría clínica)” en Psicoanálisis con niños y adolescentes Tomo 1nº 1,Paidós , Buenos Aires

 

 


 
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