● Novedades
● Programa
● Círculos
● Coloquios
● Amigos de la Fundación Descartes - Archivo
● e-texts
● Biblioteca
● Librería
● Publicaciones
● Invitados
● Trayectoria
● Consejo de Administración
● Enlaces

 
German García
Archivo Virtual

 
Centro
Descartes
● Agenda
● Jornadas
● Curso de Germán García
● Enseñanzas de la Clínica
● Lacan-Freud, idas y vueltas
● Lecturas Críticas
● Cursos Breves
● Conferencias y debates
● La demanda institucional. Ateneo
● Actividades anteriores
● Consejo de Gestión



 
 
 

El tratamiento de la psicosis

 

Esta presentación surge a partir de lo trabajado en el equipo temático Consecuencias clínicas de las tesis de Jaques Lacan sobre el lenguaje. De los afectos en Freud a los goces y la angustia en Lacan. El equipo está coordinado por Alicia Alonso e integrado por: Luis Butierrez; Paula De Santis; Virginia Gilardi; Damián Isoldi; Margarita Parapugna; Samantha Peschi; Margarita Sabajanes; Verónica Ríos; Carlos Zambianchi.

Durante el año 2014 hemos leído algunas clases del Seminario 23 deteniéndonos en aquellos párrafos que resultaban de interés de acuerdo al tema de nuestra investigación.

La propuesta, diferente a una tendencia actual muy difundida, fue desprenderse de la fascinación producida por las variedades de nudos que se multiplican durante las sucesivas clases del Seminario así como la advertencia de Germán García de no delirar con aquél. Entonces un modo de leerlo fue en contrapunto con otro texto o lectura posible.

La elección de lectura fue la cuestión de la psicosis, teniendo como referencia el Seminario 3. Esta elección implica un interés por el tema de las psicosis y los tratamientos posibles debido a la conjunción entre el inicio de mi práctica con pacientes psicóticos y cierta transmisión del psicoanálisis que insiste en sostener -como modo principal de estabilización de la psicosis- el establecimiento de una metáfora delirante. Este modo encuentra limitaciones: por el tipo clínico; por la psicofarmacología o bien porque muchas veces las construcciones delirantes no son más que una sucesión metonímica, sin efecto estabilizador1. Se insiste en que el psicoanalista trabaja con el delirio frente a una psiquiatría que tendería a suprimirlo o erradicarlo. ¿Es así? ¿Sólo se trabaja con el delirio?

Dos seminarios, entonces, el 3 y el 23, ubicados en la primera y la última enseñanza de Lacan. Específicamente en lo concerniente a la psicosis, Eric Laurent propone una periodización por décadas que comienza en 1936 con la publicación del caso Aimée y finaliza en 1976 con el Seminario 23. La tesis de Jaques Lacan sobre la psicosis, dice Germán García, “no es siempre la misma, ni homogénea, se trata de enterarse qué variaciones ha tenido a lo largo de la enseñanza y a qué conclusiones llegó.”2

En el Seminario de 1956, Lacan se dedica al estudio de Schreber (en su vertiente paranoica, principalmente) por medio de las categorías de la lingüística estructural. Los problemas que aborda son: los fenómenos elementales, el desencadenamiento y la estabilización por medio de la metáfora delirante3 (al final del Seminario, redacta La instancia de la letra, formalizando para el psicoanálisis, la metáfora y la metonimia como ejes del lenguaje)

Veinte años después, El Seminario 23, se centra en el análisis de la obra de Joyce quien no presenta una psicosis clínica y permite repensar y ampliar las posibilidades de estabilización así como los fenómenos continuistas en las psicosis. Por ejemplo: el estudio de la psicosis infantil que no encontraba explicación en el Seminario 3 -en muchos trabajos previos a los desarrollos sobre la última enseñanza de Lacan se planteaba, por ejemplo, la entrada al jardín de infantes como el encuentro con Un-padre para situar el desencadenamiento de la psicosis en la infancia.

La cuestión de la psicosis

Un modo de abordar la cuestión de la psicosis es por medio de los comentarios que Lacan efectúa de sus presentaciones de enfermos en los Seminarios y Escritos. Estos permiten, además, hacerse una idea sobre cuál es la teoría del lenguaje que Lacan sostiene en los diferentes momentos de su enseñanza.

En el Seminario 3, el comentario de dos presentaciones de enfermos: los casos galopinar y marrana. En el Seminario 23, el caso palabras impuestas. En estas presentaciones, Lacan se centra en el fenómeno elemental (neologismo, alucinación, eco del pensamiento). Una vez ubicado, diverge el análisis que hace sobre ellos. En los tres casos, a su vez, realiza alguna referencia sobre su modo de entender el lenguaje.

Paranoia y materialidad del significante

La Introducción a la cuestión de las psicosis, en las cuatro primeras clases del Seminario 3, se realiza vía la paranoia que, según Lacan, en la doctrina freudiana “tiene una situación algo privilegiada, la de un nudo”4 diferenciándose del abordaje vía la esquizofrenia realizada por el kleinismo.

La primera presentación se trataba de “una psicótica muy evidente” diagnosticada como “una verdadera delirante” y luego como “una paranoica”. El fenómeno clínico destacado es el neologismo galopinar; con el cual rubrica el diagnóstico. Palabra de una densidad especial, cuya materialidad significante no se puede soslayar: constituye un neologismo frente al discurso corriente. A nivel de la significación, carece de uso metafórico: “no remite a una significación, significa en sí algo inefable”5.

La segunda presentación lo enfrenta a dos personas con una locura compartida. Lacan hace referencia a una de ellas, la hija, a quien diagnostica como “una paranoica” y de quien surge el vengo del fiambrero como respuesta a la alucinación marrana. En el análisis de la presentación, efectuado en el Seminario 3 y reescrito en De una cuestión preliminar con diferencias en el relato -las cuales son explicadas por Laurent como un modo de acentuar el rechazo al uso de la proyección- se destaca la localización subjetiva que posibilita la alucinación, al modo de la alusión: “se indica a si misma más allá de lo que dice”6. Retoma las distinciones entre significante y significado y nombra como “erotización de la palabra” a la materialidad significante.

“Hasta qué punto son necesarias las categorías de la teoría lingüística”7, sostiene Lacan, para captar estos fenómenos (neologismo y alucinación) en la doble partición: significante-significado, lenguaje y habla.

El lenguaje cubre con su red la totalidad de la realidad y en una operación dialéctica, como explica Miller, refunde en sí lo imaginario dejando un resto, lo real “penetrado por lo simbólico”8. La palabra sirve a la comunicación y, en este Seminario, se produce el pasaje del “hablar es hablar a otros” (intersubjetividad) a hablar es hablar al Otro “absoluto”.

La clínica de la psicosis no es la clínica del delirio

En la diacronía de la obra de Lacan, se produce un desplazamiento de la paranoia a la esquizofrenia. En el Seminario 23, la paranoia es la personalidad y la esquizofrenia aparece por medio de una presentación de enfermos, el caso de las palabras impuestas, al que relaciona con Joyce por intermedio su hija esquizofrénica, vía la telepatía.

En el comentario que realiza sobre la presentación, Lacan menciona el fenómeno alucinatorio de las palabras impuestas, las que exigían un trabajo de reflexión por parte del enfermo. En este momento, la materialidad del significante se reduce a lo fonemático, “una torsión de voz”9.

Destaca el agravamiento del cuadro -el intento de suicidio- en el pasaje de las palabras impuestas a la telepatía, no del paciente como receptor sino como emisor: sus reflexiones eran escuchadas por todos: no había límite corporal.

El Sr. Primeau no es un delirante. Como señala Elena Levy Yeyati, cuando esboza una construcción delirante “el circulo solitario” Lacan intenta forzarlo en la vía del sentido, sin éxito. Primeau no se vale de un discurso porque para él, lo simbólico se realiza; pierde su capacidad de sustitución, por lo tanto, de metáfora capaz de producir un sentido.

En su comentario, Lacan da una indicación sobre su concepción del lenguaje y la palabra: “la palabra es un revestimiento”, dice, “es la forma de cáncer que afecta al ser humano”. A esta altura, el lenguaje es una elucubración de saber, segundo respecto a lalengua “que determina efectos de nominación y sirve al goce”10. De la relación dialéctica entre lo simbólico, lo imaginario y lo real a la disyunción de los tres registros.

De la cuestión al tratamiento

Para el tratamiento de la psicosis no se habla de cura sino de estabilización. La última enseñanza de Lacan tiene incidencia en la práctica analítica. En particular, en el tratamiento de la psicosis amplía las posibilidades de estabilización frente a la estabilización delirante propuesta en el año 1956. En esa ampliación, se deprecia el valor de la metáfora delirante–junto a la indistinción de los tres registros.

Esta incidencia posibilita la aplicación del psicoanálisis a aquellos casos de psicosis en los cuales no se encuentra habilitada la vía delirante -porque no se trata de una paranoia o de una esquizofrenia con un polo paranoide bien establecido. Incluso, cabe destacar, que cuando aquella posibilidad está presente, se constata que no requiere de un practicante o de un analista para su establecimiento. Schreber es un ejemplo.

Joyce, “carente radicalmente del padre”, hace una obra: constituye con ella una suplencia “del padre y del falo”11. Se abstrae de significantizar y realiza, en su escritura, una entre lo simbólico y lo real y se mantiene en el lazo social. No hace metáfora. Esa suplencia, es su sinthome: hace de aquello una “política de la inmortalidad”12.

El estudio de Joyce aporta al tratamiento de la psicosis la posibilidad de tratamientos basados en suplencias (incluyendo la metáfora como una más entre otras) con una orientación práctica –establecida por Miller en Las psicosis ordinarias- tratar de hacer que la evolución de un sujeto sea más continua que discontinua, es decir, evitarle las crisis, los desencadenamientos, las escansiones.

 

El equipo temático continuará este año con la lectura de las clases del Seminario 23. Se reúne los últimos jueves de cada mes, a las 19 hs.

Damián Isoldi


Bibliografía

  • García, G.: Variaciones sobre psicosis. Otium ediciones. Tucumán. 2011
  • Groys, B.: El cadáver del filósofo. En: Groys, B.: Política de la inmortalidad. Katz editores. Bs. As. 2008
  • Lacan, J.: El Seminario. Libro 3. Las psicosis. Paidós. Bs. As. 2008
  • Lacan, J.: El Seminario. Libro 23. El sinthome. Paidós. Bs. As. 2009
  • Laurent, E.: Estabilizaciones en las psicosis. Manantial. Bs. As. 2006
  • Levy Yeyati, E.: Ficciones clínicas de Lacan: de la significación inconsciente al afecto corporal. Trabajo presentado en la VI ENAPOL.
  • Miller, J-A.: Enseñanzas de la presentación de enfermos. En: Miller, J-A.: Matemas I. Manantial. Bs. As. 2010
  • Miller, J-A. y otros: La psicosis ordinaria. Paidós. Bs. As. 2011
  • Vaschetto, E.: Los descarriados. Clínica del extravío mental. Entre la errancia y el yerro. Grama ediciones. Bs. As. 2010
  • V.V.A.A.: Incidencias de la última enseñanza de Lacan en la práctica analítica. Grama ediciones. Bs. As. 2006

1 Esto ha sido desarrollado por Emilio Vaschetto en el libro: Los descarriados. Clínica del extravío mental. Entre la errancia y el yerro. Grama ediciones. Bs As. 2010

2 García, G.: Variaciones sobre psicosis. Otium Ediciones, Tucumán, 2011. P. 48

3 García, G.: ob. cit. P. 51

4 Lacan, J.: El Seminario. Libro 3, Las psicosis. Paidós. Bs. As. 2008. P. 12

5 Lacan, J.: ob.cit. P. 52

6 Lacan, J.: ob. cit. P. 80

7 Lacan, J.: ob. cit. P. 51

8 Miller, J-A.: Dejarse poseer. En V.V.A.A: Incidencias de la última enseñanza de Lacan en la clínica analítica. Grama ediciones. Bs. As. P. 31

9 Lacan, J.: El Seminario. Libro 23. Paidós. Bs. As. 2009. P. 93

10 Levy Yeyati, E.: Ficciones clínicas de Lacan: de la significación inconsciente al afecto corporal. Trabajo presentado en la VI ENAPOL.

11 Miller, J-A.: Nominación/comunicación. En ob. cit. P. 44

12 Tomado de Boris Groys, la inmortalidad no como garantía ontológica sino como “política consciente de larga duración” o “cómo se trasciende la sociedad contemporánea” o, por último, “la única posibilidad que le queda a uno es la de dirigirse a un lector que no existe” recuerda a la frase de Joyce que se ocuparían de su obra durante 300 años.


 
Billinghurst 901 (1174) Ciudad de Buenos Aires. Tel.: 4861-6152 / Fax: 48637574 / descartes@descartes.org.ar