Oscar Masotta y la Causa Freudiana
Por Fernando Abelenda
Oscar Masotta nació en Buenos Aires el 8 de enero de 1930. Murió en Barcelona el 13 de septiembre de 1979. Durante su vida fue uno de los intelectuales que más ha influenciado en la comunidad psicoanalítica de nuestro país y ha sido el introductor del psicoanálisis lacaniano en la lengua castellana. Siguiendo a Graciela Musachi se puede escandir en momentos el lugar de O.M. en el campo del psicoanálisis y la incidencia de su deseo en la constitución de ese campo en la Argentina: En 1959 (un hallazgo) es cuando Pichon Rivière le regala escritos de Lacan, más precisamente el Bulletin de Psychologie firmado de puño y letra por Lacan y que contenía el resumen de Pontalis de Las Formaciones del Inconsciente. En dicho encuentro, como lo señala Germán García en La Entrada del Psicoanálisis en la Argentina: Pichon le enseñó a Masotta lo que él mismo no sabía, un encuentro, en este sentido, homologable al encuentro de Freud con Charcot. Se puede agregar también a la producción de este momento la muerte de su padre, que implicó un pasaje del compromiso sartreano a la ética del psicoanálisis: “Se murió mi padre, de un día para otro tuve que olvidarme de Sartre, Merleau –Ponty, de todo”. Según G. García es la emergencia de una nueva posición subjetiva. Masotta se hunde ante la muerte de su padre y él mismo habla de la restitución que significa para él el nombre de Lacan.
El otro momento es el de 1964 (una disertación) en el que Masotta habla por primera vez en público en el Instituto de Psiquiatría Social de Pichon Riviere. Dicta la conferencia “Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía” en la que expone el “Retorno a Freud” propuesto por Lacan pero, al mismo tiempo, este retorno a Freud ya es también causa para Masotta.
En 1969 (lo instituyente) con la formación de un grupo y la realización del primer congreso lacaniano.
En 1974 (lo instituido) que corresponde a la fundación de la primer Escuela de psicoanálisis en la argentina.
Al leer la recopilación realizada por Marcelo IzaguirreOscar Masotta El revés de la trama o el capítulo Oscar Masotta el hombre sin atributos de El psicoanálisis y los debates culturales de G. García o el estudio preliminar de Ana Longoni para Revolución en el Arte no se puede dejar de pensar la inseparable solidaridad entre la obra escrita de O.M. y los debates culturales de su tiempo en la ciudad de Buenos Aires. Se podría observar que no existe el psicoanálisis que pueda ser calificado por algún lugar geográfico determinado. Sin embargo, es vital recordar desde dónde se dice lo que se dice a propósito del psicoanálisis, como nos recuerda Masotta “no hay analista sin institución… es decir sin formación” y las instituciones se fundan en ciudades. Es, además, la impresión que se tiene al leer los textos de Oscar Masotta: estos no se desprenden jamás hacia un universal que traicione la singularidad de la enunciación. Hay en Masotta una permanente puesta en acto de su lugar en lo que dice y desde qué contexto lo dice.
La reivindicación de lo escrito para Masotta encuentra su justificación en el contexto: “… - y en un país casi sin filósofos, casi sin crítica estética, casi sin revistas, casi sin crítica intelectual ni confrotamiento de ideas… los ensayos reunidos constituyen un excelente apoyo, un buen “ayuda memoria”. Este escrito de 1968 como advertencia a un prólogo escrito por él mismo, por un lado, nos da una idea del estilo de quién será el introductor del psicoanálisis de la orientación lacaniana en la lengua castellana. Y por otro, obliga a repensar la situación desde dónde vamos a escribir, parafraseándolo nuestros “ayuda memoria”. En este sentido, hay que decir que la influencia que tiene Masotta en nuestra región se instala en primer lugar por la Biblioteca Analítica Corrientes, cuyo nombre de alguna manera rinde homenaje a las Bibliotecas fundadas por Masotta en España; y luego por el Centro de Investigación y Docencia del Instituto Oscar Masotta. Con influencia me refiero a seguir sus textos, los efectos de su enseñanza y sus indicaciones. En agosto del 2005 Germán García en Corrientes, como asesor de la BAC pero también como miembro del comité de iniciativas del IOM nos sugiere la lectura del Seminario 1 de Lacan cuya legibilidad es imposible sin el retorno a los textos de Freud. Recordemos que Masotta en 1960 siguiendo a Sartre piensa al psicoanálisis como un instrumento que aportaría a la teoría marxista lo que a ésta le falta de la historia individual, por ende, aún antes de su encuentro con los textos de Lacan estaban los textos de Freud. La relación del psicoanálisis con el marxismo o del psicoanálisis y la ideología será un debate instalado en la década del sesenta. Por un lado la posición de Bleger que “no proponía una separación absoluta de la práctica ideológica y la práctica científica pero sí una distinción que protegiera su autonomía”. El ECRO (Esquema Conceptual Referencial y Operativo) de Pichon Riviere incluía la ideología del terapeuta; pero la práctica psicológica debía desarrollarse sólo desde la lógica psicoanalítica. En contrapartida estaba la idea de Rozitchner para quién la práctica científica no podía separarse de la cuestión ideológica a riesgo de “permanecer en meras abstracciones burguesas” De allí a la década del setenta con el triunfo de la idea del intelectual militante. (Ver Freud en las Pampas de Mariano Ben Plotkin)
La posición de Masotta, sin embargo, no se detiene en estas controversias. En primer lugar, su retorno a Freud está marcado por una denuncia: En la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) lo que está reprimido es Freud. Para esta contienda se apoya en los psicólogos para discutir la “natural” pertenencia del psicoanálisis al campo de la medicina. En segundo lugar la convicción de la naturaleza revolucionaria del psicoanálisis. Como dice G. García “la naturaleza revolucionaria del psicoanálisis estaba sintetizada en sus condiciones intrínsecas de constitución” por lo tanto “no ahogar en la declamación política –ni en su práctica – ese otro ámbito de la revolución psicoanalítica: el análisis del deseo.” (Los Libros 3 N° 25 – 1972.)
Atraviesa toda la entrada del psicoanálisis en la lengua castellana el estilo de Masotta, su claridad en la transmisión, su diversidad cultural, su provocación al establishmen, su participación en los happening, su relación con el Instituto Di Tella, la filosofía, la historieta, el pop art, la crítica literaria. Dice Enrique Acuña “…cuando se trata de situar la entrada –más que la historia – de la enseñanza de J. Lacan en la Argentina, la referencia al nombre de Oscar Masotta, como originalidad creadora, como texto de referencia, es una condición necesaria, suponiendo que la transferencia siempre es transgeneracional.” (O.M. El revés de la trama de M. Izaguirre)
La provocación de Masotta al fundar la escuela Freudiana de Buenos Aires al modo de parodia, como puesta en escena de una repetición o imitación original de la École de Lacan refleja a un practicante del psicoanálisis que en su acto sostiene una ética que no se orienta hacia ideales. En 1977 escribe en el n° 5/6 de los Cuadernos S. Freud “La institución es el acto fallido que permite pasar del saber del goce (que flota en la práctica) al goce de un saber (que habla en la transmisión).” Dice Germán García integrante de aquella mítica fundación: “Ahora que la historia ha posibilitado retornar sobre el tema de la escuela en una perspectiva renovada, aquella escuela fallida se me aparece como el cadáver de nuestro idealismo…”. Y para nosotros, un acto fallido y un nombre: Oscar Masotta, que se constituyen en causa.
1- Artículo publicado en la Revista Cultural CUNA de la ciudad de Resistencia en su primer número
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