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Oscar Masotta y la revolución en el arte



Comentar este libro de Oscar Masotta en la facultad de Bellas Artes de La Plata es interesante para mí porque permite descentrar la figura del Masotta psicoanalista y ubicar sus elaboraciones en torno a la teoría crítica del arte, en los años 60’, contextualizarlo. Comenzaré por señalar la consistencia de este “Estudio preliminar” de Ana Longoni, quien esta aquí presente, que demuestra una tesis del pasaje de Masotta por diferentes campos conceptuales y luego el problema del arte y la política.

El libro es una compilación de tres publicaciones: Pop-art, Happenings y el arte de los medios en la década de los sesenta, se podría plantear que se trata de Masotta autor y adelantado en el planteo de los problemas de lo que significa el arte como revolución, es decir cómo anticiparse en un campo cultural ya constituido. Decir “Masotta adelantado” no es lo mismo que el arte como anticipación que se adelanta a una época, pero tiene su correlación. El capítulo se llama “Arte y política”, comienza con un epígrafe del Pop-art donde dice:

“Es difícil ver en el arte pop, como afirman sus detractores de izquierda, un arte reaccionario. Primero, porque en un sentido, ningún arte podría serlo, y porque pensar una relación de inherencia inmediata entre política y arte, sólo lleva aun peligroso terrorismo cultural.”

Este epígrafe le sirve a Ana Longoni para plantear el problema de cómo el objeto de arte se anticipa al pensamiento y al campo teórico cultural, qué se construye después. Dice: “Al mismo tiempo, es una constante en sus textos la alusión a la revolución como un horizonte próximo. No sólo está pensando en una revolución dentro del arte (en términos de vanguardia), sino que alude a la revolución en general de la sociedad que transformaría radicalmente las condiciones de producción y circulación artísticas. Ya en su texto para el catálogo de Miguel Ingoglia (1962), Masotta establece un parangón entre los distintos ritmos en los cambios en el arte y en la historia que en parte anticipa su tesis de las correlaciones entre movimientos artísticos y áreas de saber”

Esta idea de que hay una correlación entre el arte en tanto es la aparición y la producción de un objeto nuevo y la teoría que se puede hacer de eso y el decalage, o sea la distancia que hay entre la producción artística y la historia del concepto, la teoría que se puede construir. Esa diferencia temporal, introduce la cuestión de lo político como estrategia de un saber sobre esa hiancia estructural, que demuestra que la historia del arte se construye en demora. La revolución en el arte es entonces una condición de la vanguardia, que no es solo un sentido histórico-social.

La correlación es la invención de una política que otorgaría una significación nueva cada vez que aparece un movimiento artístico, el puente que une el objeto y sus atributos conceptuales. Dice: “ La incomprensión que generan las nuevas formas artísticas –escribe Masotta- se debe a que el arte cambia rápidamente y aparece como ajeno a la historia efectiva. El arte nuevo, entonces, se adelanta de alguna manera a la revolución.”

En Pop-art, Masotta esta indudablemente impregnado de su lectura americana de la historieta, admiración por el cómic de Lichtenstein, las esculturas de Segal. Pero en otro extremo también influido por la conexión entre surrealismo y psicoanalisis, tal vez por su lectura de Sartre y su planteo sobre “la función social de la literatura” en la ambigüedad de su concepción del “compromiso” . Hay una lectura estructuralista ya que lee la obra pop como “redundancia de signos repetidos” en Warhol, o mensajes sin significado univoco, dando aplicación a una teoría del significante que ya parece lacaniana, pues se trata al final del objeto que causa una subjetividad descentrada del yo. Pero finalmente debe adecuarse a una teoría estética de significación social –es decir, una teoría del valor- por ello traza la lógica de la pasaje entre un arte elitista a otro masivo. Es una cuestión cara a la época donde el horizonte de cambios implicaba transformar los modos de producción facilitando una subjetividad masiva.: cine, televisión, medios., eso que luego sería “instalar el arte en la calle” , sacarlo del polvillo del museo.

Creo que por eso Maso tta señala la cuestión de la intensión en los imagineros argentinos: un arte que no es sin intención sin embargo conduce a un vacío de significación. Se trata por eso de un estudio sobre la semántica del lenguaje social que no deja aislada la causa del deseo, aquí nombrada como intención sin fin previo.

En Happenings, las grandes correlaciones históricas que estudia Masotta como el surrealismo y el psicoanálisis, o entre el estructuralismo y la semántica, son propicias a un pensamiento de aventura, llevado a una acción intelectual. Esto lo separa definitivamente de la concepción de la vanguardia política entendida como el “intelectual comprometido” u “organico” propio de cierto stalinismo en la izquierda argentina –de ahí la critica a Klimovsky que sostenía que el happening era una frivolidad elitista. Así es que “Yo cometí un happening” era la respuesta que implicaba una nueva política que no era la del sacrificio militante.

Luego la performance “El helicóptero” es leída en clave estructuralista: elementos significantes distinguidos, separados por partes, oponer, mostrar y ocultar la mismo tiempo. La escena “dá a ver”,ahí donde lo imaginario eclipsa la estructura simbólica, sin embargo se puede leer que hay una acción de la estructura. Es una lectura lógica de la mano de Levi- Strauss, la que conduce en la ambigüedad del título “Conciencia y Estructura” a una oposición : la estructura no es la conciencia. Esto marca el fin de su pasaje por la fenomenología, comienzo de su aproximación al psicoanálisis.

En consonancia, en ese mismo momento Lacan, en un homenaje a Margarite Duras describe esta anticipación del arte sobre la teoría diciendo que aunque el artista no lo sepa, le lleva la delantera al psicoanalista, le gana de mano al inconsciente, (“evidencia saber sin mi lo que yo enseño”) y en esa literatura en particular, como arte, “la práctica de la letra converge con el uso del inconsciente”.

Masotta con Lacan entonces, al pensar que el arte anticipa una interpretación del vació, lo muestra al dibujarlo. Esos objetos nuevos interpretan algo y funcionan provocando una división, un agujero del campo teórico previo. Gerard Wajeman en su libro “El objeto del siglo”, plantea que si hay una teoría del arte en la enseñanza de Lacan esta se opone a la idea de Freud de símbolo; se trata mas de “hacer un vacío” que producir símbolos que lo habiten.

Se puede plantear una cierta articulación entre arte y política a partir de la anécdota del adelantado Masotta y el adelanto –revolución- en el arte. Se trata de la demora que toda interpretación tiene sobre el objeto, se puede escribir como (a)----$.

Por un lado hay un objeto que es a-conceptual, que por su naturaleza divide el saber previo. Es lo que dice Masotta de la vanguardia: “El arte hoy, solamente puede ser vanguardia”. Plantea entonces que puede nutrirse de la historia, pero a condición de instalar una ruptura con respecto a todo lo anterior. No se trata de una negación, sino de retomar lo anterior bajo una nueva forma. Y sobre todo, Masotta recalca, que se trata en la vanguardia de la ausencia de género, es decir de no instalarse entre los estilos ya inscriptos en la historia, si no como un género híbrido. Y la otra condición es el modo en que la obra tiene que instalarse como abierta, es una referencia a Umberto Eco.

Por ejemplo, el hecho de que en el happening sobre todo Masotta instala una especie de manifestación o demostración del vacío a partir de ciertos mecanismos de intromisión del otro, vamos a decir, social que levanta la presencia del espectador en la escena; es decir la implicación del espectador en la escena. Indudablemente los tres elementos teóricos conceptuales que son la discontinuidad de Barthes, la ambientación y la desmaterialización que están tomados por Masotta, están planteados desde un punto de vista central que es que el objeto que se pone en juego en esa mostración del vacío y cuyo efecto es la descentralización del sujeto con respecto al yo de la percepción.

La demostración de la relación arte y política, me pareció interesante por algunas investigaciones que estamos haciendo con respecto al tema de la sublimación. En esta articulación, Ana Longoni subraya que el arte de vanguardia deja en decalage o en diferencia cualquier teoría o saber previo sobre el arte como invención, ya que la vanguardia siempre deja a la historia del arte atrás. Podría decir que si se plantea que el eje de la revolución está en el arte, en la producción de ese objeto nuevo de la vanguardia, ese objeto es real con respecto a cualquier teoría conceptual previa, a cualquier campo imaginario-simbólico. Es decir, que se puede plantear, y es la ironía de Masotta, que todo arte no puede ser jamás reaccionario, porque lo que está haciendo es provocando la división del campo conceptual constituido, desmontando la significación.

Retomo esta idea de la política como arte de la correlación en un autor como Masotta que por su oblicuidad mantiene un “múltiple interés”, tal como señala Germán García ¿Es posible correlacionar un campo conceptual teórico, etc., con esas producciones nuevas de los objetos de arte sin pensar en una política de lectura?. Uno podría decir, que correlación es sinónimo de política, porque de acuerdo a esa lectura será o no coherente le sentido de revolución en el arte. Entonces, ahí está la discusión, expuesta por Masotta en relación al uso de los medios en la experiencia del arte, que se hable de “arte de los medios” casi como apropiarse, tomar los medios entendiendo que su uso es la significación. Parece ser una lectura posible de la revolución “en” el arte. Agradezco a Ana Longoni permitir esta pregunta sobre la correlación como política, entre el arte y el concepto, entre la estética y la ética, el valor de la experiencia de Masotta.-

 

-Oscar Masotta , Revolucion en el arte. Pop-art, happenings y arte de los medios en la década de los sesenta. Ediciones Edhasa, Buenos Aires, 2004. Estudio preliminar de Ana Longoni..

- El múltiple interés de Oscar Masotta . Por la Asociación Amigos de la Fundación Descartes. En Revista Conceptua l N° 5 , La Plata, noviembre del 2004.-

 

 

Enrique Acuña

 

 
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