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Oscar Masotta en el naufragio de la interrogación fenomenológica al psicoanálisis. (1)

…al nivel del saber, han pasado algunas cosas: entre otras, un cierto naufragio de la fenomenología. (Masotta, 1965)

“Entonces yo ignoraba a Freud y creí percibir en la reflexión de Lagache una conexión válida entre un yo soporte de objetivaciones e identificaciones (el yo psicoanalítico según Lacan) y el Ego trascendente a la conciencia, objeto intramundano y que la conciencia debía intencionar, según Sartre. Solamente con la aparición en 1960 del trabajo de Lacan « Remarque sur le rapport de Daniel Lagache: “Psychanalyse et structure de la personalité ”», en el número 6 de La Psychanalyse , pude comenzar a comprender el verdadero alcance (a-fenomenológico, habría que decir) de la metapsicología de Freud”. (Masotta, 1970)

1. “La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache”.

 

En 1959, en el número 13 de la Revista Centro, órgano del Cefyl, el todavía estudiante de filosofía Oscar Masotta, presenta con el texto “La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache” su traducción de “ La Trascendencia del Ego” (2), un trabajo de Sartre escrito en 1936 y un texto de Daniel Lagache: “Fascinación de la conciencia por el yo” (3).

“La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache”, es un apretado entramado, que además de reseñar los dos textos que introduce es a la vez descripción de un complejo cruce de antagonismos, diferencia de posiciones, conciliaciones y asimilaciones: Entre el Sartre de 1937, el de “El Ser y la Nada” de 1943 y el Sartre marxista de 1959 (pronto a editar “Crítica de la razón dialéctica”). Sartre con y contra Merleau Ponty. Lagache y Lacan, diferenciados pero unidos en la Société Française de Psychanalyse (SFP), contra la Société Psychanalytique de Paris (SPP).

El texto parece dividirse en tres partes: 1) una reseña a “La trascendencia del Ego” en la que se comenta, los cambios de posiciones y recorridos de Sartre desde 1936 hasta 1959. 2) Un largo desarrollo sobre la polémica entre Merleau-Ponty y Sartre (desarrollo que será polemizado por Ernesto Eliseo Verón en el numero siguiente de Centro) 3) Finalmente, una breve descripción del texto de Daniel Lagache y la propuesta de lectura paralela al texto de Sartre.

Sobre el debate entre Sartre y Merleau-Ponty remitimos al exhaustivo libro de Hernán Scholten “Oscar Masotta y la fenomenología” (2001) en el que se despliega el tema (4), aquí se hará hincapié en cambio, en las primeras referencias de Masotta al inconsciente freudiano y el consiguiente despegue de Masotta de la fenomenología.

 

2. La crítica al inconsciente en “La trascendencia del Ego”.

La tesis fundamental del artículo de Sartre es que el Yo debe caer debe caer bajo el golpe de la epojé purificadora (la reducción fenomenológica). Así, el Yo debe ser separado de la conciencia para aparecer como intencionado por esta, como el resto de los objetos del mundo. El Yo, dice Sartre, no puede ser parte de la estructura de la conciencia como lo era para Kant y Husserl.

Sartre realiza la siguiente crítica al inconsciente en este texto: si el Yo trascendente no está en la conciencia, dice Sartre, se lo trata de explicar porque está “escondido detrás de ella y que es el polo de atracción de todas nuestras representaciones y nuestros deseos”. Sartre opina que esto se trata de un error “frecuente en los psicólogos” que parte de confundir actos reflexivos con actos irreflexivos. “…cada vez que las conciencias observadas se dan como irreflexivas se les superpone una estructura reflexiva, la que se pretende, aturdidamente, que permanece inconsciente” (Sartre, pág 33). Para Sartre la conciencia irreflexiva debe ser considerada como autónoma: en su obra lo irreflexivo tiene prioridad ontológica sobre lo reflexivo.

Entonces, esta conciencia espontánea, inaprensible y angustiante, sobrepasa al Yo y para Sartre, esto no puede ser explicado por el inconsciente. Sin embargo, esta “espontaneidad monstruosa” explicaría el origen de numerosas “psicastenias” al espantarse la conciencia de su propia espontaneidad, al aparecerse repentinamente “desbordando infinitamente en sus posibilidades al yo que de ordinario le sirve de unidad” (Sartre, pág. 75). Sartre explica esto haciendo su interpretación de un caso descrito por Janet: una mujer casada tiene terror, cuando su marido la deja sola, de salir a la ventana y hablar a los peatones como una prostituta. Este “vértigo de la posibilidad” según Sartre (vía Kierkergaard, según Masotta, ver Conciencia y Estructura, págs. 38-39) no es mas que la falta de barreras y límites que puedan disimular a la conciencia de si misma, el Ego sería una falsa representación de ella, la conciencia se hipnotizará sobre ese Ego y se absorbe en él “como si lo convirtiera en su salvaguardia y su ley” (Sartre, pág. 76). La angustia absoluta, es constitutiva de la conciencia pura y explicaría el caso de Janet porque esta excede al Yo.

Aquí Masotta plantea una especie de epojé de la vida cotidiana, ya no un “privilegio del filósofo”, sino un “valor efectivo para la fundación de una ética”. Explica Masotta que “esa epojé, sin reducir nunca del todo nuestra adherencia al mundo es purificante, y a través de ella y en ella me arranco de los demás lazos cómplices que mantengo conmigo mismo y con los demás”.

 

3. El uso de Daniel Lagache y que hacer con el inconsciente.

Masotta introduce a Lagache de esta manera:

“El trabajo de Daniel Lagache aparecido en el número 3 de La Psychanalyse, se coloca claramente en una línea de inspiración fenomenológica y extrae toda la precisión de su contenido en el trabajo de Sartre de 1937. El Yo aparece aquí como enmascarando a la conciencia de su espontaneidad” (Conciencia y Estructura, pág. 39).

Para Lagache, la función del psicoanalista sería entonces “objetivar el Yo, hacerlo aparecer a la conciencia como lo que verdaderamente es, un nudo de roles, y separar a la conciencia de esa fascinación que la imagen del Yo ejerce sobre ella” (Masotta, pág. 40). Al desalienar la fascinación de la conciencia por el Yo, aunque volverá a alienarse, dice Lagache, se trata de liberar a la conciencia del poder del Yo. Si la relación conciencia-Yo (Moi) es una relación objetal de identificación, plantea Lagache, entonces la relación con los otros no se hace mas que a través de este Yo, al objetivar el Yo en el análisis, se “creará nuevamente una comunicación directa y verdadera con los otros” (Lagache, pág. 127).

Al tratar de precisar la relación de la conciencia con el Yo, sigue Lagache, no se pretende sustituir “con otra teoría a la teoría freudiana, sino llenar un vacío”, este vacío, será llenado aquí con fenomenología. Sin embargo, esto trae dificultades, dice Masotta.

“Cuando se ha introducido la fenomenología en el psicoanálisis, cuando se quiere reunir una filosofía de la conciencia con una disciplina de lo inconsciente, las dificultades no tardan en aparecer. Es difícil que dos lenguajes opuestos puedan fundirse cuando se intenta describir un mismo orden de hechos. Pero para nosotros el trabajo de Lagache tiene valor, al menos de acentuar la importancia de la conciencia” (pág. 40).

Masotta se incomoda con estas dificultades, tal vez incluso mas que Lagache, en parte por su conocimiento del sistema sartreano y en parte por las lecturas paralelas de las que daremos cuenta más adelante, lecturas de un psicoanálisis que a diferencia del de Lagache, no le abre la puerta a la fenomenología. A pesar de esto, en el mismo movimiento trata de asimilar y diferenciar . El problema es que hacer con el inconsciente, si lo que se asimila Lagache al psicoanálisis es una disciplina que supuestamente lo refuta:

“Y si tuviéramos el suficiente cuidado como para no confundir los lenguajes, y recordar que cuando aquí se nombra la palabra conciencia se lo hace desde la perspectiva fenomenológica, estas dificultades podrían comenzar a ser asimiladas por nosotros. Es preciso que sostengamos su lectura con la lectura simultanea de La trascendencia del Ego: la conciencia aquí, es preciso repetirlo, no se confunde con lo psíquico y éste aparece por delante de ella, no conocido por ella sino intencionado en todas sus manifestaciones. Pero de cualquier manera ¿qué hacer con el inconsciente? Lagache ha dicho en otro lado que no se lo puede negar y que es preciso definirlo como ‘cualidad’ de lo psíquico…”

Pero Masotta agrega que hay una:

“grave dificultad para la empresa de Lagache, que intenta introducir la fenomenología en el psicoanálisis, esto desde dentro mismo de esa disciplina práctica, y que, por lo mismo, no puede, como lo hace Sartre desde afuera, negar con toda coherencia sentido a la noción misma de inconsciente”.

Entonces, si Sartre es coherente, Lagache al dejar entrar a la fenomenología para llenar ese “vacío”, se resta coherencia al seguir justificando el inconsciente.

En este punto, nos remitimos a Sara Vasallo en su libro “Sartre/Lacan”, que rastrea los puntos de contacto y divergencias entre estos dos autores, menciona al texto del ’59 afirmando que, “un texto precoz de Oscar Masotta titulado La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache (…) es el primero en definir las verdaderas diferencias entre la conciencia “impersonal” y opaca de Sartre y el inconsciente freudiano”. (Vasallo, pág. 36)

Sin embargo, Germán García en “La entrada del psicoanálisis en la Argentina” (1978) menciona sobre este texto de 1959 que se trata de un “intento de relacionar ambos discursos” (García, pág. 269). Al estar todavía parado en el sartrismo, indefectiblemente esta empresa se vuelve una “interrogación del psicoanálisis desde la fenomenología” (García, pág. 270) habrá que esperar entonces hasta 1964 para “subvertir esa posición” en “Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía” (5).

Efectivamente, aunque en 1964 si bien menciona copiosamente a los autores fenomenológicos, Masotta ya está en la otra orilla y tiene mas claro lo que argumentaba ambiguamente, conciliando opuestos con dificultad, al presentar a Lagache en 1959.

Dice en 1964:

“Ya no se trata de justificar la noción de inconsciente dentro de los límites estrechos de la fenomenología, sino de rescatar, más bien, los derechos del inconsciente frente a una crítica hecha desde una perspectiva fenomenológica – y que coincide en lo esencial con las limitaciones de la posición sartreana –“. (Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía, pág. 25, Ensayos Lacanianos)

Esta nutrida referencia a los autores fenomenológicos en el texto de 1964 es mencionada por Hernán Scholten en “Oscar Masotta y la fenomenología” en relación a que no existiría un corte definitivo claro o un pase definitivo a Lacan en 1964 (Scholten, pág. 143), ni mucho menos en 1959. Sin embargo Masotta mismo dice en 1976 sobre 1964:

“Es obvio que entonces no sólo tratábamos de presentar el pensamiento lacaniano, sino que también queríamos liberarnos del impacto y de la influencia ejercida sobre nosotros por la fenomenología francesa. Preferiríamos hoy cerrar ese capítulo: el « análisis existencial » es pre-freudiano. En cuanto a la relación entre inconsciente y filosofía, la que comenta el título, hay que decir que sólo existe en la medida que la relación del sujeto al sexo estructura cualquier relación de aspiración del saber a la verdad. (…)” (Ensayos Lacanianos, pág. 11

Podemos pensar entonces que las numerosas citas a los fenomenólogos serían justamente para despegarse de ellos. Cinco años después, en 1969, ya no hará falta aclarar tanto desde donde se viene: ya están definitivamente separados fenomenología y psicoanálisis, a Lagache y a Lacan. S obre el vínculo de la fenomenología francesa (Sartre y Merleau-Ponty) y el psicoanálisis dirá:

“ Pero esta vinculación no es de inclusión – por decirlo de este modo – sino de exclusión: en definitiva , debemos aceptar que lo que es verdaderamente específico del análisis psicoanalítico comienza exactamente allí donde terminan las búsquedas fenomenológicas. (Prólogo a “El inconsciente freudiano y el psicoanálisis francés contemporáneo”, pág. 7) (6) (7)

 

4. Asoma Lacan en una nota al pie: ¿significante o conducta verbal?

Como es sabido, es en una conocida nota al pie de “La fenomenología de Sartre…”, que Masotta menciona por primera vez a Jacques Lacan haciendo una larga referencia a la situación política en la SFP, basado en su lectura de los números 1 y 3 de La Psychanalyse, la traducción de su compañero de la Revista Contorno, León Rozitchner de un texto de Pontalis “Vigencia de Sigmund Freud”, editado en 1957 por Siglo XX y otro texto del mismo autor leído directamente en “Les Temps Modernes”, revista dirigida por Sartre.

Particularmente, en el libro de Pontalis, que es un panegírico de la tendencia lacaniana expuesta en el primer número de La Psychanalyse, se toma, entre otras cosas, la postura de defender al inconsciente freudiano de la fenomenología pero con la posibilidad de articularlo con la lingüística. La lectura de este texto de Pontalis podría ser una de las explicaciones de cómo Masotta ve el problema de introducir la fenomenología en el psicoanálisis. Sin embargo, en 1964, Pontalis no formará parte de la fundación de la Ecole Freudienne de Paris (EFP), sino que acompañará a Lagache en la fundación de la Association Psychanalytique de France (APF).

En la nota al pie Masotta demuestra haber leído de Lacan “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” e “Introducción al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud” ( La Psychanalyse Nº 1) “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud” ( La Psychanalyse Nº 3). A partir de estas lecturas Masotta puede afirmar que “…hay diferencias visibles entre los componentes de la Sociedad”, “Lagache, (…) trata de asociar el psicoanálisis, al que define como un análisis de la conducta, a un behavorismo molar”, en cambio para Lacan, lee Masotta a Pontalis en Les Temps Modernes, “la palabra no es sólo ‘una conducta verbal’ sino es don que hace emerger el sentido y la historia de la verdad en el sujeto”. Pero luego de diferenciarlos, Masotta los vuelve a conciliar: “tampoco se puede decir que haya excesiva oposición entre Lacan y Lagache”. A pesar de que son posteriores las divisiones que provocarán la publicación de “El pensamiento Salvaje” (1962), que incluye una dura crítica a la “Crítica de la Razón Dialéctica” (1960), y la ‘excomunión’ de Lacan (1964), Masotta comenta sobre la diferencia de posiciones que se revelarán como antagónicas muy poco tiempo después, y que sólo se concilian con cierto forzamiento.

Tanto Verón (1959) como Correas (1991), retomados en este punto por Scholten (2001), mencionan la tendencia a conciliar lo inconciliable, especialmente en el Masotta de esta época. Correas toma de Steimberg la siguiente reflexión: “Masotta vivió peleado”, pero a la vez agrega que “vivió conciliando incluso a quienes de ningún modo habrían tenido interés en conciliarse”. (8)

 

5. La ‘mágica’ biblioteca de Pichon Rivière.

 

En 1975, hablando frente al público de la Ecole Freudienne de Paris, Masotta relata su llegada a Lacan a partir de La Psychanalyse

“Conocí a Pichón poco antes del quebranto de su salud. De su biblioteca que no era avara ni rencorosa ( « sa gerbe n’etait pas avare ni haineuse ») salen como los conejos de la galera seminarios mimeografiados de Jacques Lacan, dedicados de Lacan a Pichón, a los que un mortal – quien habla – jamás habría podido ni soñando haber accedido algún día y de otra manera. Es él quien pone en mis manos los primeros números de La Psychanalyse, quien bondadosamente baja de los estantes de la biblioteca de la Asociación Psicoanalítica polvorientas revistas con material lacaniano, él quien finalmente me invita a informar en su escuela sobre los resultados de mis lecturas” (sic)

(Ensayos Lacanianos, pág. 242)

Sin embargo, como menciona Germán García en “¿Qué sabía Masotta de Lacan en 1959?”, (Oscar Masotta. Lecturas críticas, pág. 16) el pasaje de Masotta de Sartre a Lacan, no puede ser explicado sólo por el material que Pichón Rivière le brinda (9), sin quitarle méritos a este último, se trata además de otras fuentes como está documentado en la famosa nota al pie Nº 15, como la lectura de la revista de Sartre, Les Temps Modernes, en la que aparece entre otros un Pontalis todavía cercano a Lacan. Además, de “Vigencia de Sigmund Freud”, de este mismo autor, publicado dos años antes, que Rozitchner traduce.

En el “Comentario para la Ecole Freudienne de Paris sobre la fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires” (1975) no menciona su paso por el sartrismo, se trataba de presentar una Escuela Freudiana, termina leyendo el acta de fundación y con el colectivo de firmas de los fundadores. Allí sólo es mencionado Lagache como promovido por Bleger al describir el movimiento psicoanalítico en Argentina previo a la fundación de la EFBA. (10)

Con este acto de magia y la anécdota-mito de la biblioteca de Pichón Rivière, queda sellada por el mismo Masotta, su posición “pre-freudiana” de 1959 y que de La Psychanalyse lo primero que usa es a Lagache y no a Lacan. Es decir, que si el pase a Lacan sólo se explicase por la recepción de los textos lacanianos por parte de Pichón Rivière no se explicaría porque introduce a Lagache antes que a Lacan si ya había estudiado los textos lacanianos incluidos en los números 1 y 3 de La Psychanalyse. A pesar de esto, ya tempranamente, no deja de notar un escollo en la articulación entre Sartre y el inconsciente freudiano.

Entonces, ¿qué es lo que queda de todo este paso por la fenomenología? Una respuesta puede ser la que dice Masotta al volver sobre el texto de 1964:

 

“Permanece en pie en todo caso nuestra manera de introducir a Lacan: crítica de toda filosofía de la conciencia, de toda psicología del yo”. (Prólogo a Ensayos Lacanianos, 1976, pág. 11)


Sergio Piacentini (2007)


(1) Trabajo realizado para el Módulo de Investigación del Centro Descartes Lecturas de Masotta. Psicoanálisis entre modernidad y vanguardia. Responsable: Beatriz Gez. Inscripto en el Círculo de Actualización en Historia.

(2) La traducción de La trascendencia del Ego será publicada en 1968 en forma de libro en el Nº 1 de la colección dirigida por Oscar del Barco, “El hombre y su mundo” de ed. Caldén. A esta edición se le agregan a la traducción de Masotta, notas de Silvie Le Bon, hija adoptiva y albacea de la obra de Simone de Beauvoir.

(3) La fascinación de la conciencia por el yo es reeditada en la compilación Psicoanálisis, existencialismo, estructuralismo de de la editorial Papiro en 1969. No figura esta ni otra versión en castellano de este texto en los IV tomos de obras de Lagache editadas por Paidos en 1982.

( 4) Ver de Hernán Scholten, Oscar Masotta y la fenomenología, Atuel-Anáfora 2001, Serie Impar dirigida por Germán García (p. 148).

(5) V er también de Germán García, “Oscar Masotta (1930-1979)” en El revés de la trama, (p. 329) y “Oscar Masotta, el hombre sin atributos” en El Psicoanálisis y los debates culturales, (p. 230).

(6) El inconsciente freudiano y el psicoanálisis francés contemporáneo , Nueva Visión, 1969. La mayor parte de los textos componen este libro son publicados en Les Temps Modernes y son citados por Masotta antes de su traducción para su texto de 1964, la política de Masotta es comunicar citando las fuentes en francés, y luego difundir y publicar esas fuentes.

(7) Sobre la vuelta de Masotta sobre el texto de Lagache publicado en el ‘59 ver también Introducción a la lectura de Jacques Lacan, (1999) [1970], (p. 39).

(8) Ver Verón, Ernesto (1959), Nota sobre la conciencia y el yo en la fenomenología de Sartre en Revista Centro N º 13 (pp. 81-100), Correas, Carlos (1991) La operación Masotta, (pp. 59-70) y Scholten, Hernan (2000) Oscar Masotta y la fenomenología (p. 146)

(9) En “Cuadernos Sigmund Freud I” (1971), (p. 75), Masotta también relata: “…a mi querido doctor Enrique Pichón Rivière, quien puso en mis manos la separata del Bulletin de Psychologie editado por el Grupo de Estudios de Psicología de la Universidad de París, firmado de puño y letra por Lacan y que contenía su seminario sobre las ‘formaciones del inconsciente’ “.

(10) Según Alejandro Dagfal, Psicología de la conducta de Bleger (1962) es de inspiración lagachiana. Ver Dagfal, A. (1999). José Bleger y los inicios de una “psicología psicoanalítica” en la Argentina de los años 60. Revista Universitaria de Psicoanálisis, 2, 139-167. En 1969 Proteo publica Los modelos de la personalidad (Lagache y otros) prologado por Bleger.

 

 

Bibliografía:

  • Correas, Carlos (1991). La operación Masotta. Buenos Aires. Ed. Catálogos.
  • Dagfal, Alejandro. (1999). José Bleger y los inicios de una “psicología psicoanalítica” en la Argentina de los años ‘60. Revista Universitaria de Psicoanálisis 2, (pp. 139-167).
  • García, Germán. (2005) [1978]. La entrada del psicoanálisis en la Argentina.2da Edición. Buenos Aires: Ed. Catálogos.
  • -------(1999) [1990]. Oscar Masotta (1930-1979). En Izaguirre, M. (comp.), Oscar Masotta. El revés de la trama (p. 329). Buenos Aires: Atuel/Anáfora.
  • -------(2000). ¿Qué sabía Masotta de Lacan en 1959?. En AA.VV., Oscar Masotta. Lecturas Críticas (pp. 16-20). Buenos Aries: Atuel/Anáfora.
  • -------(2005). Oscar Masotta, el hombre sin atributos. En El psicoanálisis y los debates culturales. Buenos Aires: Ed. Paidos.
  • Lacan, Jacques (1987) [1975]. Referencias Bibliográficas en orden cronológico. En Escritos II (pp. 898-899). Mexico-Madrid-Buenos Aires-Bogotá: Siglo Veintiuno Editores.
  • Lagache, Daniel (1959). Fascinación de la conciencia por el Yo. En Revista Centro Nº 13, (pp. 117-127).
  • Masotta, Oscar (1968) [1959]. La fenomenología de Sartre y un trabajo de Daniel Lagache. En Conciencia y estructura. Buenos Aires: Ed. Jorge Alvarez.
  • -------(1976) [1965]. Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía. En Ensayos Lacanianos (pp. 19-61).
  • --------(1969). Prólogo. En Green, André; Laplanche, Jean; Leclaire, Serge; Pontalis, J.B., El inconsciente freudiano y el psicoanálisis francés contemporáneo (p. 7-11). Buenos Aries: Ediciones Nueva Visión.
  • -------(1999) [1970]. Introducción a la lectura de Jacques Lacan. Buenos Aires: Ed. Corregidor.
  • -------(1970). Prólogo. En Lacan, Jacques, Las formaciones del inconsciente (pp. 7-24). Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
  • -------(1987) [1971]. Anotaciones para un psicoanálisis de E. Rodrigué. En Cuadernos Sigmund Freud 1.
  • -------(1976). Epílogo: Comentario para la Ecole Freudienne de París sobre la fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. En Ensayos Lacanianos (pp. 239-252). Barcelona: Editorial Anagrama.
  • -------(1976). Prólogo. En Ensayos Lacanianos (pp. 9-17)
  • Miller, Jacques-Alain (1987). Escisión. Excomunión. Disolución. Buenos Ares: Ed. Manantial.
  • Pontalis, Jean-Bertrand (1957). Vigencia de Sigmund Freud. Buenos Aires: Ed. Siglo XX.
  • Sartre, Jean Paul (1968) [1959]. La trascendencia del Ego. Buenos Aires: Ed. Caldén.
  • Scholten, Hernán (2001). Oscar Masotta y la fenomenología. Buenos Aires: Ed. Atuel/Anáfora.
  • Vasallo, Sara (2006). Sartre/Lacan. El verbo Ser: Entre concepto y Fantasma. Buenos Aires: Ed. Catálogos.
  • Verón, Ernesto (1959). Nota sobre la conciencia y el yo en la fenomenología de Sartre. En Revista Centro Nº 14 (pp. 81-100).

 

 

 
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