Carlos Correas – “Interés por el psicoanálisis” en el libro Oscar Masotta. Lecturas críticas, Atuel/Anáfora, 2000.

Respecto a la pregunta por qué Masotta se hace psicoanalista, la respuesta no es fácil –agregó Correas-, ya que aún cuando en Sartre está presente el psicoanálisis existencial, por ese lado ninguno de nosotros hubiéramos emprendido la práctica del psicoanálisis, podría ser que por el Baudelaire de Sartre, que es una aplicación. Creo que la paulatina entrada de Masotta al psicoanálisis se da por Le Temps Modernes, por Pontalis.
Lo que se puede decir, ya que calificar el texto de Sartre como psicoanálisis no es sostenible, no sé hasta qué punto podría hacerse, él comienza por un psicoanálisis literario, tal el caso de “Un psicoanálisis de Sebreli” o el caso de Rodrigué, y en esos casos sería un psicoanálisis a la usanza sartreana, realizable no como un paciente sino como un objeto tomado del campo de la literatura o de la cultura, sea Sebreli, Rodrigué o Baudelaire en el caso de Sartre. Después sí se hace psicoanalista, efectivamente, en los años ’60.
(…) Pienso que encontró ese camino porque allí podía encontrar compañía, como la encontró en el Di Tella y otros ambientes, porque él era un hombre sociable, no era un solitario, un hombre de encerrarse en su gabinete para producir la gran obra maestra del siglo. Era un hombre con muchísimas relaciones, cambiantes, oscilantes, algunas permanentes, otras no, y a veces traicionado. Era muy extenso el campo de sus amigos y sus enemigos, y pienso que el psicoanálisis era un campo muy propicio para Oscar.