Un precedente insoslayable
Por César Mazza
“Seamos categóricos, no se trata de anamnesia psicoanalítica de realidad, sino de verdad, porque es efecto de una palabra plena reordenar las contingencias pasadas dándoles el sentido de las necesidades por venir”. (Lacan, Jacques “Función y campo de la palabra y del lenguaje” en Escritos 1)
¿Qué hace que lo actual se reconozca en un precedente? O, a la inversa, ¿por qué tal acontecimiento pasado se convierte en el precedente de tal situación actual?
Subrayo unas líneas del pensador francés Jacques Rancière acerca de esa disciplina llamada “historia”. En un ensayo dedicado al tema partirá de una definición discreta e inscripta en el “sentido ordinario”: una historia entonces “es una serie de acontecimientos que ocurren a sujetos generalmente designados con nombres propios” (Rancière, Jacques: Los nombres de la historia. Una poética del saber”, p. 9). Afirmación que se matizará con la mención de aquellos puntos o elementos que la “revolución de la ciencia histórica quiso revocar”, esto es: la primacía de los acontecimientos y de los nombres propios para realzar “las largas duraciones y la vida de los anónimos”. Entonces, siguiendo a Rancière, una historia “es el relato de estas series de acontecimientos atribuidos a nombres propios”. Esta última afirmación no puede reducirse a la simple y mera tautología que diría (si se pudiera) de toda historia: una historia no es más que una historia. ¿Por qué? Aquí se puede desprender una clave para comenzar nuestro desarrollo, porque el relato “se caracteriza comúnmente por su incertidumbre en cuanto a la verdad de los acontecimientos relatados y a la realidad de los sujetos a quienes se atribuyen” (Rancière, J. “Los nombres...” p. 9 ). Gerardo Mansur fue uno de los protagonistas de la fundación del movimiento lacaniano en Córdoba. A raíz de su reciente fallecimiento Eric Laurent escribe un texto en el cual se refiere a ese real de una vida en los términos de “pionero”.
Se trata de acontecimientos y de la nominación o sanción de un trayecto. Establecer un trayecto en la historia de un sujeto, o de una comunidad, implicará, entre otras cuestiones, decir “no su inconsciente fue en realidad su historia, sino su historia fue en verdad el inconsciente” (Regnault, François: “El pensamiento del Príncipe: Descartes y Maquiavelo” p. 183). Aquí el punto clave se encuentra en que el hecho de la muerte viene a realzar y a sancionar el valor de determinados acontecimientos en la vida no de su persona sino del lugar o papel, en particular este caso de “pionero” que el sujeto representó en un momento determinado. Pero la vida de un sujeto no puede agotarse en sí misma puesto que esa vida ha formado, por vecindad topológica, un lazo en una determinada comunidad y en tal época. Por supuesto que esto implica, entre otras cuestiones, considerar la representación de otros actores en ese lugar y en ese colectivo. El texto de Lacan “Función y campo de la palabra y del lenguaje”nos permite situar la inscripción de la vida o trayectoria en una “historización primaria” a fin de resaltar el valor subversivo del inconsciente. Esto es: no dejar que la historización denominada “secundaria”, la historia conciente, asimile, censure o distorsione el real en juego en la primaria. Por lo tanto, entendemos que la nominación que Laurent realiza, en el texto mencionado, tiene el valor de una “historización actual” y reordena “las contingencias pasadas dándoles el sentido de las necesidades por venir” (Lacan, J. “Función y campo de la palabra y del lenguaje” Escritos 1, p. 246 ) Lacan en el texto citado define, desde la experiencia analítica, el término “historia”. Así refiriéndose a como funcionan o se establecen los “acontecimientos”, tanto en un plano social y político como en la vida de un sujeto, dirá que estos “se engendran en una historización primaria. La historia se hace ya en el escenario donde se la representará una vez escrita, en el fuero interno como en el fuero exterior” (Lacan, J. “Función ...” p.250). Vale decir que si consideramos el caso donde sobreviene un acontecimiento designándose como segundo en esa línea supuestamente continua de la historia (el ejemplo que da Lacan es el de la desaparición de la realidad del Parlamento y de la Corte en Francia) la pregunta surge respecto del retorno del “primer acontecimiento”. Siguiendo con el mismo ejemplo: “En tal época, tal motín en el arrabal parisino de Saint-Antoine es vivido por sus actores como victoria o derrota del Parlamento o de la Corte; en tal otra, como victoria o derrota del proletariado o de la burguesía” (Lacan, J. “Función ...” p.251). Ahora bien, el aspecto clave señalado por Lacan se refiere al retorno virulento del valor traumático de este primer acontecimiento por constituirse en una fibra sensible, susceptible, a “un progresivo y auténtico desvanecimiento, si no se reanima expresamente su sentido” (Lacan, J. “Función ...” p. 251). Volviendo al texto de Laurent es posible afirmar que su interpretación sitúa en la línea de los “primeros acontecimientos”, en la línea de la historización primaria, el protagonismo de Gerardo Mansur tanto en el Ateneo psicoanalítico de Córdoba , como la apuesta por la orientación lacaniana en varias provincias.
Dicha interpretación reanima el significante nuevo que se produjo en aquellas fundaciones “pioneras”, realza y reafirma (Afhebung) un precedente insoslayable del Campo Freudiano en Córdoba y en Argentina. Insoslayable para trazar el por venir de la orientación lacaniana. En el trayecto que une este precedente con el por venir encontramos que los nombres de algunos de los protagonistas en el orden local (Mansur junto a María Novotny de López y Henoch Bringas co-fundadores del Ateneo -1978) se enlazan a las siglas de la EOL y el primero en particular con la del IOM.
La resonancia de un nombre.
Si afirmamos que una historia y su correspondiente relato se hace con el inevitable deseo de quién lo escribe, dicha afirmación no implicará que la interpretación este abierta a todos los sentidos. O, que la interpretación sea del orden de lo personal. Se trata de un lugar de enunciación, puesto que este lugar es el discurso del Otro y más precisamente cuando los nombres propios pasan a funcionar como siglas. En esta perspectiva me permito mencionar otro precedente local, en la orientación lacaniana, que podría inscribirse en la línea de la historización primaria. Me refiero a la presencia de Oscar Masotta en Córdoba en los años ’60. Dicha presencia se efectúo en el año ’65 con la colaboración del artículo “Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía” en el Nro. 5 de una publicación que hizo época, la Revista Pasado y Presente. En su Consejo de redacción figuran nombres que marcaron a fuego el campo intelectual argentino: José M. Aricó, Héctor Schmucler, Oscar Del Baco, Luis J. Prieto entre otros. Es en el año siguiente a esta colaboración que, Masotta aparece como conferencista en el “Primer Festival Argentino de Formas Contemporáneas” realizado entre el 15 y el 30 de octubre de 1965. Su tema fue “Qué es la vanguardia”.
Debo a la sensibilidad de Ana Waisman este dato, quién amablemente me hizo llegar el Catálogo de dicho Festival. Un Festival de vanguardia en una Córdoba incandescente donde otra vez sus raíces más conservadoras encontraban su revés en las revueltas estudiantiles y la lucha del sindicalismo combativo. Estas vanguardias tenían como base al Instituto Di Tella de BsAs.
Lo interesante no solo es la referencia al pasado, a la historia en tanto saber archivado, sino también la vigencia de estas marcas en lo actual.
Arriesgo en este ensayo una idea que no desprecia la tentación de radicalizar las consecuencias de la lectura lacaniana: pasar por lo escrito, por el texto del Otro, la tradición, para extraer de ello algo que toque a lo real. Así, un pionero como Masotta, “ese asombroso argentino”, con su acción afecta la trama y la política cultural de esos años para instalar la “gran Conversación del psicoanálisis con la civilización”. La Opinión Ilustrada en Córdoba recibe esas marcas pioneras que hoy rescatamos. Queda en nosotros valernos de ellas, no para hacer historia, sino “para conmover(la) y tocar(la) a favor de la causa analítica”.
Bibliografía:
Lacan, Jaques: “Función y campo de la palabra y del lenguaje” Escritos 1. Ed. Siglo XXI. Bs.As. 1988 pp. 227-310.
Laurent, Eric: “Principios directores del acto psicoanalítico”en La Carta de la Escuela en movimiento Nro. 153, Octubre de 2006. Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Bs.As. 2006 pp. 1-3.
Rancière, Jacques: Los nombres de la historia. Una poética del saber”. Ed. Nueva Visión. BsAs 1993.
Regnault, François: “El pensamiento del Príncipe: Descartes y Maquiavelo” en Revista Descartes Nro5. Ed. Anáfora. Bs.As. 1988. pp.167-192.
Inédito, versión electrónica: Oscar Ventura AMP-UQBAR Friday, December 22, 2006[AMP-UQBAR] Communiqué AMP Pour Mansur. Communiqué de l'AMP.
“ La position excentrée de l'Ateneo de Cordoba par rapport aux groupes de Buenos-Aires lui permet de jouer un rôle de facilitateur” ( Inédito, versión electrónica: Oscar Ventura AMP-UQBAR Friday, December 22, 2006[AMP-UQBAR] Communiqué AMP Pour Mansur. Communiqué de l'AMP.)
Así lo define Jacques-Alain Miller en 1986 a Oscar Masotta.
Laurent, Eric: “Principios directores del acto psicoanalítico”en La Carta de la Escuela en movimiento Nro. 153, Octubre de 2006. Publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Bs.As. 2006 pp. 1-3.
Op. Cit.
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