Oscar Masotta en el recuerdo de Estela Canto*
Por Germán García
Georgie y yo , el libro de Graciela Musachi que recopila material de ‘fuentes primarias’ sobre esta traductora, periodista y escritora que fue Estela Canto, tiene algunas referencias a Oscar Masotta.
Esas referencias aparecen en la exhaustiva entrevista que mantiene con Graciela Musachi en 1989. Dice entonces que Oscar Masotta era amigo de su hermano Patricio Canto y que un día se presentó en su casa: “... era un muchacho delgado, alto, con un físico yo diría medio agitanado, una cosa así, muy atractivo físicamente, muy atractivo, sí, un hombre como para trastornar la cabeza de muchas mujeres...” ( pág. 89).
Después de esta evocación de la imagen, que es también un elogio, Estela Canto dice: “... Masotta trajo todo su mundo cultural (...) trajo también una cantidad de enamoradas que tenía, porque tenía muchas, muchas amigas, él estaba enamorado de una solamente, al parecer, pero había una competencia tremebunda".
Dice que Oscar Masotta les llevó el mundo de los sesenta: “...freudiano, lacaniano... todo eso que empezaba”.
En el libro hablan de Estela Canto gente como Victoria Ocampo, Alicia Jurado, Bernardo Verbitsky, Celia de Diego, Jorge Luis Borges, Hugo Beccacece, Rodolfo Rabanal, Horacio Armani, Rolando Graña, Raúl H. Castagnino, Julio Woscoboinik, Horacio Salas, Mario O. Picardo, Edmundo Clemente, María Esther Vázquez, Pilar Bravo, Mario Paoleti, Eugenia Guevara, James Woodal, Jorge y Marion Helft, Epifania Uveda, Laura Mafud, Esmeralda Miras, Edwin Williamson, Mauricio Mileicovsky, Gisèle Ringuelet, Daniel Balderston, Andrés Rivera, Jorge Lafforgue, José Luis Mangieri, David Foster Wallace, José Martínez Suárez, Roberto Blanco y Juana Vignosi.
Si cada una delas personas enumeradas hablase de la obra de Estela Canto, el futuro de su nombre estaría asegurado. Pero hablan de la relación que tuvo con Borges. No siempre, pero en la mayoría de los casos.
Juan José Becerra subrayó la ambigüedad de la dedicatoria de Borges: A Estela Canto . En efecto, al final del cuento y del libro donde se publica, la dedicatoria está en bastardilla y en letra pequeña, funciona como un fuera de texto, como un paratexto. Es decir el nombre de Estela Canto es disminuido, incluido y excluido.
A la inversa, Estela Canto exalta el nombre de Oscar Masotta al mostrarlo –según un dicho sobre el deseo- como una caravana que pasa, con sus libros y sus mujeres, aunque sólo ama a una de ellas. La comparación se impone “... porque el amor no es aquí el capricho que se subordina a todo –comenta Estela Canto, sobre la película soviética El 41-, vuelve a recobrar su trágica grandeza de siempre”.
En el año 1956 Estela Canto entrevista a Borges en la Biblioteca Nacional de la calle México: “Las claraboyas, la atmósfera de la Biblioteca Nacional, recuerdan esas viejas casas de Montevideo en la antigua zona de la ciudad...” (pág.76)
Un año después, cuando ya hace tiempo que su relación con Borges terminó, Estela Canto escribe: “Hablar de Montevideo es algo tan íntimo y hondo como hablar de un gran amor, perdido por las circunstancias y siempre esperado” (pág, 85).
Un año antes el clima dela Biblioteca Nacional evoca Montevideo, un año después Montevideo evoca el amor perdido y esperado: “Al escribir sobre Montevideo, tengo que hacerlo de manera personal y, por eso mismo, de manera vaga. Tendría demasiado que decir: no puedo decirlo” (ídem). Lo mismo vale para Borges a contraluz, su libro más personal, y para el recuerdo que Estela Canto tiene de Oscar Masotta.
Valga este ejemplo: “Yo tenía una tía que tenía 93 años y un día se pone a hablar con Masotta y yo me entero que Masotta la ha invitado a ir al cine. Bueno, y fueron al cine y fueron a una confitería después, y fueron dos o tres veces más al cine. Ahora, yo me pregunto qué interés tenía Masotta en esta señora, en fin, ya de una edad muy avanzada...” (pág. 90). Y Estela Canto, a continuación, conjetura: “Tal vez lo que le interesaba era el mundo de la tía, ese mundo viejo, ese mundo antiguo, esa especie de cosa ya histórica que representaba esta señora”. Tal vez. Pero a nosotros nos interesa el futuro dela obra de Estela Canto.
*De la presentación realizada en el Centro Cultural Borges, 21/10/06
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