Reseña reunión del mes de julio 2012
En esta ocasión, Graciela Fabi comentó su lectura de algunos párrafos de El atolondradicho que se despliegan al modo de un abanico en las clases 2, 5 y 14 del Seminario Ou pire.
Sin articular aún las fórmulas ni la lógica modal, Lacan enuncia allí el sintagma “no hay relación sexual”. Y lo hace para señalar que esa es la verdad de la que solo se puede medio decir: que el sexo no define ninguna relación en el ser hablante, no es más que el modo particular de lo que permite la reproducción del cuerpo vivo; si niña y niño se los distingue (no son ellos quienes lo hacen) es a partir del valor que adquiere una pequeña diferencia.
Es así cómo la diferencia entre dicho y decir –que es relativo al discurso, de los cuales el analítico, último desplazamiento de la tetrádica, sería el más logrado- se articula con el falo y la castración a través de la introducción de la función fálica. Tomando el modelo de Frege, el falo es ubicado a partir de un lugar vacío, donde x es el valor del argumento que viene a ese lugar, en este caso un significante. Ya que es por el discurso analítico que nos enteramos que un órgano se hace significante , horadando el lugar de donde cobró valor para el hablante la inexistencia de la relación sexual.
Hay algo que incita a preguntar en qué difieren los partenaires, y eso está en relación con que entramos en el discurso como significantes sexuados. Subtiende la pregunta, ¿qué parentesco hay entre el universal y el enunciado según el cual los objetos deberían repartirse entre dos opuestos? La cual recorre el texto en sus vueltas dichas.
En la próxima reunión Bruno Masino comentará su lectura del caso Aimee intentando tender un puente entre está época de las elaboraciones de Lacan y los desarrollos sobre la lógica femenina. Giselle Ringuelet continuará el comentario de El Atolondradicho.