En la reunión del mes de mayo, Esmeralda Miras, se refirió a Charles Baudelaire, Roland Barthes y especialmente Romain de Tirtoff (Erté), para ubicar que dicen sobre las vestimentas, adornos, cuerpos, en fin detalles de las mujeres.
Siguiendo la autobiografía de Erté Esmeralda comenta, que cuando entre 1912 y 1914 diseña vestuarios (en Francia), decide firmarlos por el sonido de las primer letras de sus nombres legítimos, “er” de Romain y “te” de Tiroff, (Erté).
Siendo uno de los fundadores del art decó, a la manera de la figura de Don Juan, Erté opina de su trabajo de diseñador: “La moda está en todo lo cotidiano, pero yo soy un individualista, en las creaciones de ropas para mujeres el estilo debe ser para cada mujer, para algo de su tipo de belleza, que siempre será fuera de lo corriente”.
Pero recién en 1929 comienza a trabajar en la elaboración de un alfabeto humano. El amor a la danza, la expresión y expansión al cuerpo humano en movimiento implican para Erté semejanzas con las letras del alfabeto, ya que en cada una encuentra el arabesco del movimiento.
Para el artista cada letra posee un cuerpo sensible a la definición de sus contornos. El ABC, para él, son las mujeres, este abecedario que va creando (en 1967 le faltaban dos letras), está representada por una mujer y sus vestiduras. Su arte se centra en el modo singular de vestir a las mujeres. Con una mirada particular se detiene en cada una como una perla que va enhebrando para ir haciendo su propia vida.
Erté, encuentra en cada mujer algo que la distingue de las otras, el pequeño detalle (recuerda E. Miras a Miller), detalle con el que queda fascinado y que intenta atrapar encarnándolo en una letra.
|